La junta directiva adoptó esta decisión debido a su deteriorado estado de conservación
El trono de Nuestro Padre Jesús de la Caída de la ciudad ubetense se restaura actualmente en el taller “Legno Restauro” de nuestra ciudad, el cual está dirigido por Alfonso Ruiz Esteban y Mónica Aragón Palacios. Como es sabido, se trata de un trono de forma piramidal, dividido en dos alturas, en el que se combinan el nogal y la plata.
La junta directiva de la hermandad adoptó la decisión de restaurar el trono debido a su deteriorado estado de conservación, dado que presentaba deformaciones en la madera, así como grietas, desprendimiento de piezas, roces y golpes. Igualmente, la aplicación de ceras y masillas, la acumulación de polvo y grasa y las pérdidas de capas de barniz, han hecho que el trono muestre un aspecto degradado, sin que pueda ya contemplarse su aspecto original.
restauración
La intervención que acomete “Legno Restauro” consistirá, respetando en lo posible la pátina del tiempo que ha pasado por el mismo, en consolidar todas las grietas mediante adhesivos e injertos de maderas, encolar todas las piezas que presenten riesgo de desprendimiento, limpiar las masillas, ceras, acúmulos de polvo y restos de flores existentes en la superficie, reponer las piezas que falten y las que estén deterioradas, regenerar el trono y sus barnices primitivos y dotar al mismo de una capa de protección final y encerado, para evitar la agresión de los agentes atmosféricos.
La restauración de las molduras plateadas del trono correrá a cargo de la Orfebrería Angulo, de Lucena (Córdoba). La peana de plata, sobre la que descansa la imagen del Cristo de Benlliure, también será restaurada y plateada en su totalidad en el taller de Pedro Angulo.
Estos trabajos entrañan una gran complejidad, por lo que económicamente resultan muy costosos. La cofradía pide la colaboración de todos los hermanos, con la aportación de un donativo.
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En otro orden de cosas, los mismos orfebres que intervienen en la restauración del trono, están realizando cincuenta casquillos, bañados en plata, a fin de adaptar el varal procesional actual a uno nuevo con tulipa. Este año esos cincuenta nuevos varales solamente se utilizarán durante la Procesión General, pues la directiva viene observando una escasez de luz, en las filas de hermanos, en la noche del Viernes Santo.
Además, estos nuevos varales plateados, dotarán de mayor belleza a la procesión de la cofradía. Es intención de la hermandad el ir adaptando, poco a poco y en función de la situación económica, todos los varales para poder utilizarlos también en la procesión de la mañana.