El fútbol al contragolpe del Valencia, plasmado en los dos goles logrados por David Villa, pudo con el dominio territorial del Getafe, que sólo creó peligro tras la expulsión del local Alexis.

La victoria local fue heroica, pues el Valencia estuvo encerrado en su parcela durante la última media hora de juego, lo que impidió que en esa fase de dominio abrumador de su rival dispusiera de más ocasiones que su rival para marcar.

Fue un triunfo muy trabajado del Valencia ante un Getafe que se mostró como un buen equipo en el trato del balón, pero que sólo tuvo opciones de puntuar cuando jugó en superioridad.

La presión del Getafe durante el primer tiempo dejó al Valencia sin capacidad de creación futbolística. Su juego se ceñía a los balones largos desde la defensa en dirección a Villa, quien casi siempre caía en el fuera de juego.

Por contra, el equipo madrileño poseía el balón y jugaba en corto con un centro del campo del que se adueñaron Boateng y Casquero, con la colaboración de Parejo y Manu del Moral por la banda izquierda.

A pesar de que el dominio del juego corría por cuenta del Getafe, sus jugadores apenas tuvieron ocasiones de gol, a diferencia del Valencia, que explotó el contragolpe y sí que puso en aprietos a la meta de Codina en más de una ocasión.