Por su especial orografía, el olivar de Olvera no está diseñado para grandes producciones cuando llega la campaña de la aceituna. El difícil acceso de las máquinas obliga el vareo artesanal y ello eleva los costes para el agrocultor. Sin embargo, estos árboles centenarios forman un patrimonio natural de valor incalculable.
De la mano de Francisco Macho, ingeniero agrónomo de la Cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, hemos conocido de cerca estos ejemplares únicos, la mayor parte de la variedad Lechín, que dan una calidad al aceite de oliva virgen extra cada vez más apreciada en el segmento gourmet.