El Valencia, que se mide el jueves al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Europa, buscará ganar por primera vez a domicilio un partido de vuelta de la antepenúltima ronda de un torneo europeo tras siete intentos sin conseguirlo.

El conjunto valenciano tendrá que superar el empate a dos de la ida, disputada en Mestalla, por lo que necesitará cualquier triunfo o un empate a más de dos goles.

Una empresa que se antoja complicada según los precedentes, ya que de las siete ocasiones que disputó el encuentro de vuelta de los cuartos a domicilio el balance fue de seis derrotas y un empate.

Anteriormente, en los inicios de la década de los ochenta, también afrontó dos eliminatorias de cuartos de la Copa de la UEFA y en ambas ocasiones perdió en la vuelta a domicilio.

Entonces, ambas derrotas supusieron la eliminación después de caer por 3-1 contra el Anderlecht, ya había perdido por 1-2 en Valencia, y también sucumbió por 2-0 frente al Goteborg después de haber empatado a dos en Mestalla.

La andadura del equipo por la Recopa del 68 finalizó en Múnich tras perder por 1-0 frente al Bayern, en la vuelta de una eliminatoria que había quedado abierta con el empate a uno inicial.

Los otros tres precedentes se sitúan en la Copa de Ferias de los sesenta y tienen en común que el Valencia superó la eliminatoria, gracias a las contundentes victorias en casa, pese a no ganar a domicilio.

Quique Sánchez Flores, entrenador del Atlético, afirmó ayer que su equipo debe “emplear la cabeza” en el partido de vuelta de hoy en la Liga Europa ante el Valencia para lograr un encuentro que le “pueda convenir” al conjunto rojiblanco, porque los duelos “locos son incontrolables”.