El Gobierno autonómico andaluz ha acusado al PSOE de poner en marcha una campaña de "bulos y falsedades" sobre Doñana, tras la aprobación por parte del Parlamento andaluz de la tramitación de una proposición no de ley por parte de PP y Vox para ampliar los regadíos en Doñana.
Responder a la crítica política con acusaciones de bulos se ha convertido en algo habitual en los últimos tiempos, especialmente en Andalucía. Pero a falta de verificar si todo lo que se está diciendo en esta polémica es cierto que sean bulos, hay ejemplos de otros casos recientes, sobre todo cercanos a convocatorias electorales, como las autonómicas andaluzas de 2022, en los que se trató de enfangar el campo político a golpe de noticias falsas. Estos son algunos:
Una serie de publicaciones difundieron que el PP no iba a obligar a que los colegios andaluces celebraran el Orgullo LGTBI. Se trataba de una tergiversación del sentido de una iniciativa sin valor legislativo con la LGTBifobia aprobada en el Parlamento andaluz por la izquierda andaluza con el apoyo de Ciudadanos y el rechazo de Vox.
Otro bulo afectó directamente al presidente andaluz, Juanma Moreno, cuando le acusaron de brindar ante una bandera franquista junto al entonces presidente del PP, Pablo Casado, y el periodista Carlos Herrera, entre otros. Se trataba de una imagen manipulada que poco tenía que ver con la realidad.
La Sanidad también está muy presente en la campaña de bulos andaluces. Hace apenas dos meses se propagó que la Junta de Andalucía pretendía incluir en su borrador sobre conciertos sanitarios un sistema de copago que iba a afectar a los ciudadanos. Nada más lejos de la realidad. Puro bulo.
La cuestión ahora es, ¿quién tiene razón con Doñana? ¿Son también bulos y falsedades?
