El Real Madrid envió un nuevo torpedo hacia los cimientos de un Barça en construcción con su segunda victoria (86-79) en los dos partidos oficiales disputados hasta la fecha entre ambos, éste de la tercera jornada de la Liga Endesa y el de semifinales de la Supercopa.
Es cierto que, al contrario de lo que sucedió en el último precedente, el Barça demostró por momentos que ya no es cemento fresco y que va endureciéndose poco a poco. Pero tras un verano de muchos cambios, aún le queda un camino por delante que ya tiene recorrido el Real Madrid, que gracias a sus automatismos redujo las consecuencias de la baja de uno de sus puntales, el pívot caboverdiano Walter Tavares.
Para ello se preveían varios escenarios, pero ninguno contemplaba alinear de inicio al canterano Ismaila Diagne. La arriesgada apuesta funcionó y el hiperactivo jugador de origen senegalés, 16 años y 2,14 de estatura, respondió en todos los aspectos. Tanto que en sus primeros 7 minutos y 14 segundos en pista acumuló 5 de los 12 puntos de salida su equipo y 8 rebotes, 5 de ellos ofensivos.
Menos sorprendente fue lo del argentino Facundo Campazzo, que luce como si nunca se hubiera ido. O incluso mejor. Casi todo lo que no transformó Diagne en ese intervalo para los locales salió de sus manos.
El Barça se sostuvo primero sobre Jabari Parker, autor de 6 de los primeros 8 puntos azulgranas, y acto seguido se apoyó en Darío Brizuela, que con 5 seguidos puso el 14-13 con el que se llegó al final del acto inaugural.
El segundo se inició con alternativas hasta que el Barça logró su primera ventaja con tres minutos y medio disputados, merced a una canasta de Rokas Jokubaitis. La respuesta en el otro tablero fue inmediata y contundente, un mate de poderío con la firma de Vincent Poirier que estimuló a la grada.
No se encogió el plantel de Roger Grimau, que mantuvo la inercia gracias a dos triples consecutivos de Brizuela y Álex Abrines. Fueron momentos en los que abundaron las posibilidades de castigar desde el exterior, con menos acierto por parte del equipo madridista. Sin embargo, los de casa lograron irse por delante al descanso con cuatro tiros libres sin fallo de Dzanan Musa (37-33, min.20).
En el retorno al parqué escaseó la vistosidad, pero dentro de ese terreno pantanoso se manejó mucho mejor el Real Madrid. A base de empuje en ataque, con Poirier como estilete, y seriedad en defensa fue incrementando sus dígitos hasta acumular un parcial de 11-3; y con él su mayor distancia favorable hasta ese momento (48-36, min.24).
Dentro de esos márgenes se desarrolló lo que restaba del tercer cuarto, sin que unos y otros encontrasen continuidad en sus aciertos pese a intentar buscar soluciones. En el caso de los visitantes no fue una de ellas Willy Hernangómez, abucheado en el retorno a la que fue "su" cancha durante la presentación y con cada tiro libre, y cuyas virtudes anuló bien el contrario (59-50, min.30).
Los diez minutos decisivos amanecieron con Sergio Llull anotando los 7 primeros puntos de su equipo, momento de inspiración ofensiva individual que dejó en nada el conato de reacción de un oponente que por instantes pidió paso, situándose únicamente a seis.
Quería el Barça, pero no terminaba de encontrar la rendija por la que filtrar sus esperanzas. Y así se fue consumiendo el choque, en la rutina de la decena de puntos de diferencia y entre intercambios de canastas hasta que un triple de Campazzo y un 2+1 de Musa parecieron romperlo del todo.
Se unió a la fiesta final Poirier, redondeando sus cifras en una tarde sobresaliente en la que hizo no añorar a Tavares con 22 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias.
- Ficha técnica:
86. Real Madrid (14+23+22+27): Campazzo (17), Abalde (2), Musa (13), Yabusele (3), Diagne (9) -cinco inicial-, Causeur (-), Rudy Fernández (4), Henzonja (5), Sergio Rodríguez (-), Llull (9), Poirier (22), Ndiaye (2).
79. Barça (13+20+17+29): Laprovittola (10), Satoransky (2), Parker (7), Kalinic (10), Vesely (2) -cinco inicial-, Brizuela (14), Willy Hernangómez (4), Abrines (3), Da Silva (-), Jokubaitis (12), Nnaji (8), Da Silva (2) y Parra (5).
Árbitros: Martín Caballero, Juan de Dios Oyón y Joaquín García. Eliminaron por cinco faltas personales a Satoransky (min.37).
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center de Madrid ante 11.235 espectadores.
Andalucía
La madurez del Real Madrid agrava las dudas de un Barcelona en crecimiento
Al Barcelona, tras un verano de muchos cambios, aún le queda un camino por delante que ya tiene recorrido el Real Madrid
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