Barrientos, Crespo, Reina y Flores recuperan la libertad
Los cuatro encarcelados abandonaron la prisión de Alhaurín de la Torre el miércoles pasado
El ex alcalde confía en la justicia y espera que ?el tiempo ponga a cada uno en su sitio?
La situación procesal de los cuatro imputados en la Operación Astapa que permanecían en prisión dio esta semana un giro de 180 grados. El martes, el Ministerio Fiscal solicitaba a la jueza instructora del caso, Isabel Conejo, el cambio de situación personal de todos ellos. Así, el Juzgado de primera instancia e instrucción número uno de Estepona decretaba la puesta en libertad, bajo fianza de 150.000 euros, del ex alcalde, Antonio Barrientos, el que fuera su jefe de gabinete de Alcaldía, José Flores, y de los dos ediles del PES, José Ignacio Crespo y Manuel Reina. Además, se les impone la retirada de sus pasaportes y la obligatoriedad de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado.
Los cuatro llevaban casi seis meses en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, desde que, tras su detención en el marco de esta presunta trama contra la corrupción urbanística, la jueza les imputara los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales -además de fraude para Reina-, y ordenara su ingreso en prisión incondicional y provisional sin fianza. El miércoles día diez, pasadas las nueve de la noche, quedaban en libertad.
Larga espera
Desde el mismo martes, los abogados y familiares de los cuatro encarcelados comenzaron a tramitar el pago de sus fianzas, aunque no fue hasta el miércoles cuando las hicieron efectivas. Así, y a pesar de que los ingresos se produjeron a lo largo de la mañana, el proceso administrativo y burocrático de sus excarcelaciones se prolongó durante horas.
A primera hora de la mañana, distintos medios de comunicación nacionales, regionales y locales se concentraban ya a las puertas de la prisión de Alhaurín de la Torre, esperando la salida de los cuatro imputados. Sus familias lo hacían algo más tarde. Los primeros en llegar, en torno a las 17 horas, fueron el letrado defensor de Reina y su esposa; al filo de las 19 horas, lo hacía el abogado y la mujer de Crespo y, minutos más tarde, el abogado de Barrientos y su hermano. Todos aguardaron varias horas la salida de Barrientos, Flores, Crespo y Reina, que se produjo algo más tarde lo esperado.
Cuando el centro penitenciario cerraba ya sus puertas, los cuatro imputados salieron de la prisión por la zona de la barrera (lugar habilitado para los funcionarios y agentes del centro). Lo hacían en grupo y portando sus pequeñas bolsas de ropa. El primero, Antonio Barrientos; le seguían Manuel Reina, José Ignacio Crespo y, por último, José Flores. Al otro lado de la barrera les esperaba un grupo de periodistas y, detrás, sus familias.
El ex regidor atrajo los flashes de los fotógrafos y la atención de los medios de comunicación. Un hecho que aprovecharon los otros tres imputados para reunirse con sus familiares y abandonar de inmediato la prisión de Alhaurín de la Torre. Barrientos, por su parte, se detuvo para atender a los periodistas.
Comenzó su discurso pidiendo disculpas “porque quizás les decepcione porque no pueda comentar mucho por el momento procesal en el que estamos” y asegurando sentirse “un poco emocionado”. “Después de este calvario que hemos sufrido tanto mi familia como yo como mucha gente inocente, mi espíritu se encuentra muy calmado, muy sosegado, con mucha paz interior, porque tengo el mayor aval y el mayor patrimonio que puede tener una persona en unos momentos como estos, que es la tranquilidad de conciencia de haber actuado siempre en defensa de la legalidad y defendiendo de la mejor manera que he sabido y he podido los intereses colectivos de Estepona”, indicó el ex alcalde, que tenía, a su salida de prisión, un aspecto muy saludable.
Barrientos señaló que, a día de hoy, aún no entiende “esta historia sin sentido”, aunque matizó que confía en la justicia y espera que todo se aclare: “Aquí hay mucha gente decente, honesta, que ha trabajado dedicando con honestidad, integridad y honradez, su vida al servicio del pueblo de Estepona, y dejaremos actuar a la justicia”. Pero, además, el ex regidor municipal apuntaba que “hay un juez implacable e impecable que es el tiempo, y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio y a cada cosa en su lugar”.
Por último, agradecía las muestras de afecto que dice haber recibido a través de centenares de cartas y a través de sus familiares, “de gente que nos conoce, que sabe de nuestra actuación”, y pedía al resto que les den el beneficio de la duda.
Mientras se dirigía al coche que le esperaba, Barrentos manifestó su alegría por encontrarse fuera de prisión y señaló a los periodistas que lo primero que haría al llegar a casa sería comerse unos huevos fritos con patatas.
El precio de lalibertad
Pero sin duda, lo más importante para los cuatro excarcelados es gozar ya de la libertad de la que han estado privados casi seis meses. Ya lo decía el ex alcalde a su salida de prisión, recordando las palabras del poeta Salvador Espríu: “Los hombres no pueden ser si no son libres” y, el mismo jueves, un día después de recuperar su libertad, quizá para sentirse aún más libre, Antonio Barrientos salió a pasear por Estepona en su bicicleta.
Y es que el ejercicio físico parece haberse convertido en uno de los hobbies de estos cuatro políticos. Como anécdota, días antes de abandonar la prisión, los dos ediles del PES participaban en una maratón de presos en la que corrieron 21 kilómetros. No en vano, desde su ingreso en prisión, José Ignacio Crespo ha perdido 32 kilos, lo que, se supone, le ha dejado en buena forma.
Panorama actual
Mucho ha llovido en Estepona desde que el pasado 17 de junio, fuerzas de la UDYCO iniciaran las primeras detenciones en el marco de esta presunta trama contra la corrupción. De la veintena de detenidos que imputó inicialmente la jueza del caso, ahora hay 64. De ellos, 19 están en libertad bajo fianza, 41 en libertad con cargos sin fianza y otras cuatro permanecían en prisión hasta el pasado miércoles.
Entre los imputados hay concejales de Estepona procedentes del PSOE, del PA y del PES, así como empresarios, abogados, arquitectos, técnicos y funcionarios municipales y ex cargos de confianza del Ayuntamiento.
La situación política del Consistorio es, además, cada vez más complicada. De los 25 ediles que forman la Corporación, nueve están dentro del equipo de gobierno, frente a los 16 de la oposición, en la que se encuentran ocho ediles imputados.
El PSOE decide expulsar a María Miralles y le retira sus delegaciones
Era cuestión de días. Desde que se produjo la imputación de la concejal socialista María Miralles en el caso ‘Astapa’ su suerte estaba echada. Dos alternativas se presentaban: la de entregar el acta, como así se lo ha pedido el partido, o mantenerse con ella, como finalmente ha decidido. El pleno del miércoles fue su último pleno como integrante del grupo municipal socialista porque en la mañana del jueves se decidía su expulsión aplicando la misma doctrina que a sus cuatro compañeros que, al igual que ella, decidieron quedarse con el acta, aún fuera del PSOE.
Era sólo el primer paso porque el inmediato, por efecto de la correa de transmisión del partido, era la de cesarla de las delegaciones que venía ostentando y que, por el momento, no han sido delegadas a nadie por David Valadez, asumiéndolas personalmente, al menos, temporalmente.
María Miralles, la concejal en activo que más años lleva ostentando ese cargo en el Ayuntamiento, ha visto como se le relega a un lugar en el que nunca hubiese imaginado que podría terminar, en el grupo de los no adscritos, alejada de los que han sido sus compañero de partido aunque también muy cerca de los que también pasaron por su misma situación y que, curiosamente, ahora están, geográficamente hablando, posicionados en frente en el salón de sesiones.
La edil socialista, a la que se le criticó su no asistencia en el pleno de investidura del nuevo alcalde, aunque ello se debió a una enfermedad, ha mantenido hasta el último día la disciplina de voto con su partido y no ha ocultado sus simpatías con sus compañeros expulsados del PSOE. Ahora, en esta nueva situación, podría optar por usar ese derecho, el de voto, en otro sentido.
No hay acuerdo sobre el futuro de la Corporación
La posición de los dos grandes partidos con implantación nacional no ha variado prácticamente nada en la última semana y el desacuerdo es la norma en lo relativo al futuro del Consistorio de Estepona. Así, el presidente regional del PP-A, Javier Arenas, ofrecía al PSOE la posibilidad de compartir una comisión gestora y llegar a un acuerdo sobre la fecha de las próximas elecciones municipales a la vez que mostraba su preocupación por la evolución del gobierno local de Estepona, "donde se han producido hasta 60 imputaciones en los casos que están investigando los jueces". Para Arenas, "a Estepona no va a llegar la regeneración democrática mientras no haya elecciones y se oiga a los ciudadanos" por lo que concluyó su oferta en "llegar a un acuerdo con el PSOE para promover, a través del Parlamento de Andalucía y el Senado, la disolución del Ayuntamiento de Estepona" proponiendo, como posible fecha para una nueva convocatoria electoral, la de las elecciones al Parlamento Europeo.
Casi coincidiendo con la propuesta pública de Arenas al PSOE, la diputada malagueña nacional del PP, Celia Villalobos, registraba una pregunta en el Congreso de los Diputados relativa a la última imputación por el caso 'Astapa', la de la concejal socialista María Miralles, en la que asegura que se ha colocado a la ciudad en pleno "desgobierno".
Pizarro lo considera inviable
Conocida por tanto la postura de los dirigentes del Partido Popular, el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, hacía unas declaraciones en las que subrayaba que la situación que se está viviendo en el Ayuntamiento de Estepona no tiene nada que ver con lo sucedido en Marbella, por lo que rechazó, una vez más, la posibilidad de disolver el Consistorio y convocar elecciones, ya que "lo que realmente sería muy bueno para los ciudadanos y la ciudad es que PSOE y PP se sienten en una mesa e intenten llegar a un acuerdo de gobierno o para sacar los proyectos más importantes".
Pizarro advertía de que lo "responsable" en estos momentos es "hacer un esfuerzo para sacar los grandes temas de interés general". "La propuesta del PSOE-A de alcanzar un acuerdo con el PP para dar estabilidad al Ayuntamiento está ahí", indicó el número dos de los socialistas andaluces, que aseguró que los ciudadanos "no quieren planteamientos sin sentido" como el de disolver el Consistorio y convocar elecciones.
En este sentido, el vicesecretario general del PSOE-A dejó claro que la única opción que apoyarán los socialistas es la de "sentarse en una mesa con el Partido Popular para ser capaces de alcanzar acuerdos para dar estabilidad al municipio". "Estepona no es Marbella", concluía Pizarro, quien destacó que en Estepona existe la "posibilidad de gobierno y de sacar los proyectos importantes".
Rosa Díaz gana poder
Con este escenario y con los ecos aún recientes del supuesto ofrecimiento de Valadez a Mena para que se incorporara al equipo de Gobierno, oferta que también se habría hecho, aunque con menor intensidad a las dos tránsfugas del PES, la situación del gobierno local se complica por momentos. Desde el Partido Popular se asegura que estarían dispuestos a negociar asuntos puntuales sin que ello signifique entrar a formar parte del gobierno. El reparto de la tarta cobra importancia porque después de habersele retirado las delegaciones a María Miralles, una de ellas muy apetecible como es Cultura, ésta podría tener ya asignada su destinatario, la edil de Estepona 2007, Rosa Díaz, que seguiría siendo la gran beneficiada, en cuanto a cuota de poder, con el nuevo panorama.
Los cuatro llevaban casi seis meses en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, desde que, tras su detención en el marco de esta presunta trama contra la corrupción urbanística, la jueza les imputara los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales -además de fraude para Reina-, y ordenara su ingreso en prisión incondicional y provisional sin fianza. El miércoles día diez, pasadas las nueve de la noche, quedaban en libertad.
Larga espera
Desde el mismo martes, los abogados y familiares de los cuatro encarcelados comenzaron a tramitar el pago de sus fianzas, aunque no fue hasta el miércoles cuando las hicieron efectivas. Así, y a pesar de que los ingresos se produjeron a lo largo de la mañana, el proceso administrativo y burocrático de sus excarcelaciones se prolongó durante horas.
A primera hora de la mañana, distintos medios de comunicación nacionales, regionales y locales se concentraban ya a las puertas de la prisión de Alhaurín de la Torre, esperando la salida de los cuatro imputados. Sus familias lo hacían algo más tarde. Los primeros en llegar, en torno a las 17 horas, fueron el letrado defensor de Reina y su esposa; al filo de las 19 horas, lo hacía el abogado y la mujer de Crespo y, minutos más tarde, el abogado de Barrientos y su hermano. Todos aguardaron varias horas la salida de Barrientos, Flores, Crespo y Reina, que se produjo algo más tarde lo esperado.
Cuando el centro penitenciario cerraba ya sus puertas, los cuatro imputados salieron de la prisión por la zona de la barrera (lugar habilitado para los funcionarios y agentes del centro). Lo hacían en grupo y portando sus pequeñas bolsas de ropa. El primero, Antonio Barrientos; le seguían Manuel Reina, José Ignacio Crespo y, por último, José Flores. Al otro lado de la barrera les esperaba un grupo de periodistas y, detrás, sus familias.
El ex regidor atrajo los flashes de los fotógrafos y la atención de los medios de comunicación. Un hecho que aprovecharon los otros tres imputados para reunirse con sus familiares y abandonar de inmediato la prisión de Alhaurín de la Torre. Barrientos, por su parte, se detuvo para atender a los periodistas.
Comenzó su discurso pidiendo disculpas “porque quizás les decepcione porque no pueda comentar mucho por el momento procesal en el que estamos” y asegurando sentirse “un poco emocionado”. “Después de este calvario que hemos sufrido tanto mi familia como yo como mucha gente inocente, mi espíritu se encuentra muy calmado, muy sosegado, con mucha paz interior, porque tengo el mayor aval y el mayor patrimonio que puede tener una persona en unos momentos como estos, que es la tranquilidad de conciencia de haber actuado siempre en defensa de la legalidad y defendiendo de la mejor manera que he sabido y he podido los intereses colectivos de Estepona”, indicó el ex alcalde, que tenía, a su salida de prisión, un aspecto muy saludable.
Barrientos señaló que, a día de hoy, aún no entiende “esta historia sin sentido”, aunque matizó que confía en la justicia y espera que todo se aclare: “Aquí hay mucha gente decente, honesta, que ha trabajado dedicando con honestidad, integridad y honradez, su vida al servicio del pueblo de Estepona, y dejaremos actuar a la justicia”. Pero, además, el ex regidor municipal apuntaba que “hay un juez implacable e impecable que es el tiempo, y el tiempo pondrá a cada uno en su sitio y a cada cosa en su lugar”.
Por último, agradecía las muestras de afecto que dice haber recibido a través de centenares de cartas y a través de sus familiares, “de gente que nos conoce, que sabe de nuestra actuación”, y pedía al resto que les den el beneficio de la duda.
Mientras se dirigía al coche que le esperaba, Barrentos manifestó su alegría por encontrarse fuera de prisión y señaló a los periodistas que lo primero que haría al llegar a casa sería comerse unos huevos fritos con patatas.
El precio de lalibertad
Pero sin duda, lo más importante para los cuatro excarcelados es gozar ya de la libertad de la que han estado privados casi seis meses. Ya lo decía el ex alcalde a su salida de prisión, recordando las palabras del poeta Salvador Espríu: “Los hombres no pueden ser si no son libres” y, el mismo jueves, un día después de recuperar su libertad, quizá para sentirse aún más libre, Antonio Barrientos salió a pasear por Estepona en su bicicleta.
Y es que el ejercicio físico parece haberse convertido en uno de los hobbies de estos cuatro políticos. Como anécdota, días antes de abandonar la prisión, los dos ediles del PES participaban en una maratón de presos en la que corrieron 21 kilómetros. No en vano, desde su ingreso en prisión, José Ignacio Crespo ha perdido 32 kilos, lo que, se supone, le ha dejado en buena forma.
Panorama actual
Mucho ha llovido en Estepona desde que el pasado 17 de junio, fuerzas de la UDYCO iniciaran las primeras detenciones en el marco de esta presunta trama contra la corrupción. De la veintena de detenidos que imputó inicialmente la jueza del caso, ahora hay 64. De ellos, 19 están en libertad bajo fianza, 41 en libertad con cargos sin fianza y otras cuatro permanecían en prisión hasta el pasado miércoles.
Entre los imputados hay concejales de Estepona procedentes del PSOE, del PA y del PES, así como empresarios, abogados, arquitectos, técnicos y funcionarios municipales y ex cargos de confianza del Ayuntamiento.
La situación política del Consistorio es, además, cada vez más complicada. De los 25 ediles que forman la Corporación, nueve están dentro del equipo de gobierno, frente a los 16 de la oposición, en la que se encuentran ocho ediles imputados.
El PSOE decide expulsar a María Miralles y le retira sus delegaciones
Era cuestión de días. Desde que se produjo la imputación de la concejal socialista María Miralles en el caso ‘Astapa’ su suerte estaba echada. Dos alternativas se presentaban: la de entregar el acta, como así se lo ha pedido el partido, o mantenerse con ella, como finalmente ha decidido. El pleno del miércoles fue su último pleno como integrante del grupo municipal socialista porque en la mañana del jueves se decidía su expulsión aplicando la misma doctrina que a sus cuatro compañeros que, al igual que ella, decidieron quedarse con el acta, aún fuera del PSOE.
Era sólo el primer paso porque el inmediato, por efecto de la correa de transmisión del partido, era la de cesarla de las delegaciones que venía ostentando y que, por el momento, no han sido delegadas a nadie por David Valadez, asumiéndolas personalmente, al menos, temporalmente.
María Miralles, la concejal en activo que más años lleva ostentando ese cargo en el Ayuntamiento, ha visto como se le relega a un lugar en el que nunca hubiese imaginado que podría terminar, en el grupo de los no adscritos, alejada de los que han sido sus compañero de partido aunque también muy cerca de los que también pasaron por su misma situación y que, curiosamente, ahora están, geográficamente hablando, posicionados en frente en el salón de sesiones.
La edil socialista, a la que se le criticó su no asistencia en el pleno de investidura del nuevo alcalde, aunque ello se debió a una enfermedad, ha mantenido hasta el último día la disciplina de voto con su partido y no ha ocultado sus simpatías con sus compañeros expulsados del PSOE. Ahora, en esta nueva situación, podría optar por usar ese derecho, el de voto, en otro sentido.
No hay acuerdo sobre el futuro de la Corporación
La posición de los dos grandes partidos con implantación nacional no ha variado prácticamente nada en la última semana y el desacuerdo es la norma en lo relativo al futuro del Consistorio de Estepona. Así, el presidente regional del PP-A, Javier Arenas, ofrecía al PSOE la posibilidad de compartir una comisión gestora y llegar a un acuerdo sobre la fecha de las próximas elecciones municipales a la vez que mostraba su preocupación por la evolución del gobierno local de Estepona, "donde se han producido hasta 60 imputaciones en los casos que están investigando los jueces". Para Arenas, "a Estepona no va a llegar la regeneración democrática mientras no haya elecciones y se oiga a los ciudadanos" por lo que concluyó su oferta en "llegar a un acuerdo con el PSOE para promover, a través del Parlamento de Andalucía y el Senado, la disolución del Ayuntamiento de Estepona" proponiendo, como posible fecha para una nueva convocatoria electoral, la de las elecciones al Parlamento Europeo.
Casi coincidiendo con la propuesta pública de Arenas al PSOE, la diputada malagueña nacional del PP, Celia Villalobos, registraba una pregunta en el Congreso de los Diputados relativa a la última imputación por el caso 'Astapa', la de la concejal socialista María Miralles, en la que asegura que se ha colocado a la ciudad en pleno "desgobierno".
Pizarro lo considera inviable
Conocida por tanto la postura de los dirigentes del Partido Popular, el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, hacía unas declaraciones en las que subrayaba que la situación que se está viviendo en el Ayuntamiento de Estepona no tiene nada que ver con lo sucedido en Marbella, por lo que rechazó, una vez más, la posibilidad de disolver el Consistorio y convocar elecciones, ya que "lo que realmente sería muy bueno para los ciudadanos y la ciudad es que PSOE y PP se sienten en una mesa e intenten llegar a un acuerdo de gobierno o para sacar los proyectos más importantes".
Pizarro advertía de que lo "responsable" en estos momentos es "hacer un esfuerzo para sacar los grandes temas de interés general". "La propuesta del PSOE-A de alcanzar un acuerdo con el PP para dar estabilidad al Ayuntamiento está ahí", indicó el número dos de los socialistas andaluces, que aseguró que los ciudadanos "no quieren planteamientos sin sentido" como el de disolver el Consistorio y convocar elecciones.
En este sentido, el vicesecretario general del PSOE-A dejó claro que la única opción que apoyarán los socialistas es la de "sentarse en una mesa con el Partido Popular para ser capaces de alcanzar acuerdos para dar estabilidad al municipio". "Estepona no es Marbella", concluía Pizarro, quien destacó que en Estepona existe la "posibilidad de gobierno y de sacar los proyectos importantes".
Rosa Díaz gana poder
Con este escenario y con los ecos aún recientes del supuesto ofrecimiento de Valadez a Mena para que se incorporara al equipo de Gobierno, oferta que también se habría hecho, aunque con menor intensidad a las dos tránsfugas del PES, la situación del gobierno local se complica por momentos. Desde el Partido Popular se asegura que estarían dispuestos a negociar asuntos puntuales sin que ello signifique entrar a formar parte del gobierno. El reparto de la tarta cobra importancia porque después de habersele retirado las delegaciones a María Miralles, una de ellas muy apetecible como es Cultura, ésta podría tener ya asignada su destinatario, la edil de Estepona 2007, Rosa Díaz, que seguiría siendo la gran beneficiada, en cuanto a cuota de poder, con el nuevo panorama.
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