Me sobra una hora

Publicado: 17/11/2023
Autor

Fernando Arévalo Rosado

Médico. Colaborador en Viva Barbate, Radio Barbate, Portal de Cádiz, SER deportivos, Onda Conil y Canal Sur (Salud al día)

A curarse en salud

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¿Nos afecta el cambio de hora?
El pasado domingo 29 de octubre se produjo el cambio de hora, de manera que a las 3:00 había que atrasar el reloj hasta las 2:00. Esto obedece a la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los estados de la Unión Europea supuestamente para ahorrar energía, aunque no queda del todo claro que dicho ahorro exista.

El CIS ha realizado una encuesta a la población que se muestra partidaria en un 65,8% de no realizar el cambio de hora y prefiriendo el 68,5% de la población el horario de verano.

El cambio de hora se remonta a 1974 cuando tras una crisis del petróleo, algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y así consumir menos electricidad en iluminación. Aunque la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio horario en marzo de 2023, la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo decidió retrasar la eliminación del cambio de hora para que las ciudades tuvieran más tiempo para decidir si los países se quedan con el horario de verano o con el de invierno. De momento, tras una orden ministerial, el cambio de hora seguirá hasta 2026 produciéndose en la madrugada del último sábado al domingo de octubre y en la madrugada del último sábado al domingo de marzo.

Pero... ¿Nos afecta el cambio de hora? Según un informe del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia, aumenta el número de trastornos del sueño, problemas de alerta, accidentes laborales y de tráfico, depresiones, infartos de miocardio e ictus. Tenemos un ‘reloj interno’ que se encuentra en el hipotálamo y que tiene que sincronizarse continuamente por los agentes externos, siendo el más importante la luz, seguido de la temperatura y la actividad física. Generalmente este reloj biológico suele corregir variaciones de unos diez minutos con el ritmo externo, pero ahora le exigimos la corrección de toda una hora. Esta adaptación es peor para niños pequeños, personas mayores, trabajadores nocturnos y personas con trastornos del sueño, pudiendo variar el periodo de adaptación desde días hasta meses.

Los científicos optan por el horario de invierno porque si tenemos que el día más corto de luz del año es el 21 de diciembre, con el horario de verano, el sol saldría a las 8:41 reduciendo la cantidad de luz que el cuerpo necesita para despertar su reloj biológico.

Para adaptarnos al cambio de hora debemos seguir una serie de recomendaciones que son las relacionadas con los buenos hábitos de sueño: no hacer deporte ni utilizar pantallas al menos una hora antes de acostarse, dormir en total oscuridad y tranquilidad, volver a levantarnos si no podemos dormir pero sin exponerse a la luz de alta intensidad y usar melatonina aunque consultando con su médico, para que sea a las dosis adecuadas y según cada paciente.

Sea con cambio de hora o no, recuerden que de las pocas cosas en esta vida que ni se compran ni se venden es el tiempo y ya le regalaron en octubre una hora. Por eso me siento muy agradecido y recompensado porque aunque no sea una hora, hoy ha dedicado su tiempo a leer este artículo. Muchas gracias amigo/a.

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