El tiempo en: Costa Occidental
Lunes 03/02/2025
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Andalucía

El misterio tras la "máquina infinita" de Torres Quevedo, el precursor de la robótica

El "husillo" infinito forma parte del legado de Torres Quevedo y se encuentra depositado en la sede de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

Publicidad Ai
  • Tecnología y datos.

En tiempos de inteligencia artificial, de supercomputación y de comunicaciones cuánticas, un pequeño pero sofisticado artilugio, conocido como "la máquina infinita" y diseñado por el ingeniero, matemático e inventor español Leonardo Torres Quevedo, todavía despertaba muchas incógnitas y su propósito y funcionamiento parecían indescifrables.

El "husillo" infinito forma parte del legado de Torres Quevedo y se encuentra depositado en la sede de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, y el profesor César Palencia, del Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad de Valladolid, ha escudriñado la máquina, porque sin las claves adecuadas, ese funcionamiento y sus finalidades pueden resultar absolutamente incomprensibles.

Y lo ha hecho para corroborar que la máquina que diseñó uno de los inventores más geniales de finales del siglo XIX y principios del XX es en realidad una sofisticada máquina de cálculo, absolutamente pionera en aquel contexto histórico, capaz de resolver sofisticadas ecuaciones, incluyendo variables muy complejas y utilizando la escala logarítmica.

El ingenio -que ha sido restaurado "casi" por completo por el profesor César Palencia- utiliza mecanismos sin fin, tales como discos y tornillos giratorios, lo que hace que las variaciones de todas las variables que es capaz de realizar sean prácticamente ilimitadas, y con él viajó el ingeniero español en varias ocasiones a Francia para mostrar a la comunidad científica de lo que era capaz su "moderna" máquina de cálculo.

¿Un embrión de las actuales calculadoras?

La máquina permitía realizar operaciones y cálculos "impensables" para la época, pero con aplicaciones "infinitas" en todos los ámbitos de la ingeniería, ha explicado a EFE César Palencia, y ha detallado que la máquina depositada en la Academia de Ciencias es con toda seguridad uno de los modelos demostrativos que el ingeniero utilizaba y que el artilugio forma parte de un engranaje mucho mayor.

En aquella carrera por desarrollar máquinas algébricas capaces de resolver complejas ecuaciones matemáticas ya se habían involucrado prestigiosos investigadores de la época, entre ellos el británico Charles Babbage, pero la de Torres Quevedo fue considerada como el culmen de aquel desafío intelectual y científico y su "husillo" y sus mecanismos infinitos un hito en la producción tecnológica de la época.

Por todo aquello, Leonardo Torres Quevedo está considerado como uno de los precursores de la robótica, la cibernética y la informática; porque a la recuperada "máquina infinita" suma el "telekino", un antecedente del primer mando a distancia y con el que llegó a hacer varias demostraciones de maniobras de embarcaciones a distancia; o porque patentó la "binave", precursora de los actuales catamaranes.

Porque desarrolló transbordadores y funiculares, entre ellos el Spanish Aerocar de las cataratas del Niágara (Canadá) -el teleférico más antiguo del mundo y aún en funcionamiento-; o porque diseñó y construyó un robot ajedrecista para tratar de demostrar que se podía aumentar la capacidad intelectual de las máquinas para que sustituyeran a las personas en labores hasta entonces reservadas a la inteligencia humana.

Fundador de la "automática" actual

Todo ello varias décadas antes de que empezaran a desarrollarse las primeras computadoras y ordenadores; y muchos años antes de que científicos y tecnólogos de todo el mundo empezaran a lanzar proyectos de investigación relacionados con la inteligencia artificial, considerada hoy como la tecnología más disruptiva y desafiante.

Orgulloso y satisfecho junto a la "máquina infinita" cuyas claves ha podido conocer, además de restaurar casi en su totalidad -los golpes y los "retoques" que ha experimentado durante décadas impiden avanzar hasta una restauración integral-, César Palencia glosa la figura de Torres Quevedo y su profundo conocimiento de la ciencia, de la tecnología y de las necesidades de su tiempo.

Y en declaraciones a EFE, valora que su labor se volcó en ideas que fueran siempre viables para solucionar problemas de interés en aquella época, y que fue un prolífico inventor, pero que se esforzó sobre todo por que sus ideas conceptuales fueran acompañadas de realizaciones concretas, y por aportar soluciones "muy novedosas" a algunos problemas y retos de la época.

Teleféricos, dirigibles, máquinas de cálculo, dispositivos de control de remoto o ajedrecistas; el profesor de Matemática Aplicada en la Universidad de Valladolid César Palencia no duda en situarle como "fundador" y precursor de lo que hoy se llama "automática", y mantiene que el "husillo sin fin" que luce restaurado en la Academia de Ciencias es sólo la realización práctica y eficaz de una de sus ideas más brillantes e ingeniosas. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN