El danés Jakob Fuglsang es el primer líder de la Vuelta a España merced al triunfo del Leopard en la contrarreloj por equipos que se disputó en Benidorm sobre un recorrido de 13,5 kilómetros, en el que el defensor del título, el italiano Vincenzo Nibali (Liquigas) marcó diferencias sobre sus rivales directos con la segunda plaza en meta.
El Leopard evitó que se cumpliera el pronóstico que otorgaba el triunfo al HTC de Mark Cavendish, ganador y primer maillot rojo el año pasado en Sevilla, y buena culpa de ello la tuvo el suizo Fabian Cancellara, la locomotora suiza, campeón mundial y olímpico contrarreloj, quien condujo a la escuadra luxemburguesa al primer puesto, y a su compañero Fuglsang al podio para quitar el precinto al primer maillot rojo de la Vuelta 2011.
Fuglsang, Cancellara, el belga Maxime Monfort, el austríaco Thomas Rohregger y el italiano Daniele Bennati formaron el quinteto que dio tiempo al equipo, 16:30 minutos. Sólo se acercó peligrosamente el Liquigas de Nibali, que salió con la roja conquistada hace un año, pero el Tiburón de Mesina se quedó con la miel en los labios por 4 segundos.
Los hombres del HTC, con Cavendih, Matthew Goss, Tony Martin y Velits, entre otros, no pudieron doblegar a los hombres del Leopard y se conformaron con la tercera plaza, a 9 segundos. Cavendish tendrá que esperar a las próximas llegadas masivas para volver a vestirse de líder.
El liderato para Fuglsang, “por casualidad”, ya que, según comentó el ciclista danés, el hecho de entrar el primero obedeció a la coincidencia de dar un relevo. De cualquier manera, el escalador que trabajó en el Tour al servicio de los hermanos Schleck logró un premio merecido. Procedente de la bicicleta de montaña, en cuya disciplina fue campeón del mundo sub 23, es solvente contrarreloj y se siente preparado incluso “para ganar la Vuelta”.
Pero el ganador en el plantel de favoritos fue Nibali. Una segunda plaza que le permite entrar en la carrera con un paso al frente, ya que metió 14 segundos al belga Jurgen Van den Broecke (Omega), 21 a Purito Rodríguez (Katusha), 24 a Igor Antón (Euskaltel), 25 al esloveno Brajkovic (Radioshack), 28 al italiano Michele Scarponi (Lampre), 38 al británico Wiggins y 39 al ruso Denis Menchov (Geox), el gran derrotado de la jornada.
Diferencias jugosas para Nibali, tratándose de una contrarreloj corta, marcada por el viento, explosiva al principio por un repecho inicial que complicó el acoplamiento de muchos equipos, y en el que no faltaron las caídas, como la del gallego David Blanco (Geox) y la del belga Nuyens (Saxo), ni las averías, como la de Brajkovic, que sigue con la mala racha del Radioshack, marcado por las caídas graves en el Tour.
El mejor equipo español fue el Movistar, quinto a 14 segundos, un buen resultado para los hombres de Eusebio Unzue, que sin un líder claro espera el despegue de Beñat Intxausti. También salvó los muebles el Katusha de Purito, que se quejada de problemas técnicos, e incluso el Euskaltel de Igor, duodécimo. La escuadra vasca había sido última en las cronos del Giro y Tour.
El viaje que unió las playas de Poniente y Levante en la ciudad de los rascacielos fue desfavorable para dos equipos, el Sky de Wiggins, que descompuso rápidamente al conjunto entre caídas y choques entre ellos y hubo de esperar a un quinto corredor para entrar a meta con los cinco exigidos.
No esperaba el descalabro de dejarse 39 segundos en tan corto trayecto el Geox de Menchov y Sastre. El ruso acabó muy contrariado y el abulense admitió que “las cosas no han empezado bien”.
De la plaza benidormense unos salieron más tostados que otros, pero la Vuelta no ha hecho más que empezar. Los favoritos jugarán pronto sus primeras bazas, ya que en la cuarta jornada llega la primera etapa de montaña, en Sierra Nevada. De momento Nibali empieza con un aviso.
Jakob Fuglsang es el líder real y saldrá con la camiseta roja.