La xenofobia de Artur Mas

El ‘honorable’ Presidente de la Generalitat Catalana ha insultado a los andaluces en plena sede parlamentaria, en la propia cámara catalana. Luego se ha desdicho con los ya conocidos lamentos de que los ha llevado a cabo con ingenua buena voluntad, exactamente igual que el sistema que utilizan los xenófobos.

Mas ha proclamado en la Cámara catalana que “a los andaluces no se les entiende” a veces cuando hablan.
El humor es una victoria sobre el miedo y la debilidad. Todas las personas nos sabemos débiles, tenemos miedos que ocultamos a todos. Y resulta que, en la mayoría de los casos, el débil -sobre todo cuando está en puestos de autoridad como es el caso de Mas-, tiende a ocultar esa debilidad suya con una capa de solemnidad. Cree que endureciendo el rostro nadie descubrirá sus miedos interiores.

Y sus miedos interiores no son otros que los propios tijeretazos sociales que está llevando a cabo en Cataluña. Así, si él insulta a los andaluces puede quitarse la presión, el ‘miedo’  a la reacción de los ciudadanos con sus recortes. No ha sido un hecho ingenuo. Ha sido un hecho estudiado y mas que estudiado originado por su debilidad y su miedo, consecuencia de su propia incapacidad y los celos de Durán.

Y al ser un hecho premeditado yo espero que el Parlamento de Andalucía le dé cumplida réplica a esta actitud totalmente desaprensiva de quien es capaz de poner todo un país patas arriba por defender hasta lo más absurdo el fuero del catalán, a la misma vez que desprecia el habla ajena.

Mas ha insultado a los andaluces-y también a los gallegos, a pesar de que estos no le han dado más importancia. Pero lo que si tiene importancia es ese fuero. Y ese fuero exige que se rechace cualquier tipo de alarde de xenofobia y más viniendo de un presidente autonómico que continuamente se queja de los ataques a Cataluña, mientras él mismo vuela los puentes del entendimiento y la cordialidad que deben presidir siempre las relaciones entre las diferentes comunidades autónomas.