Los museos de La Atalaya llevan un par de semanas cerrados al público como consecuencia de un “problema técnico” al que no ha podido responderse aún como consecuencia de la situación de “colapso total” en la que se encuentra la Fundación Andrés de Ribera (FAR).

Fuentes de la citada entidad cultural admiten desconocer cuándo será posible que los museos vuelvan a abrir sus puertas al público, lamentando que en estas últimas semanas haya resultado inevitable cancelar la visita de varios grupos de turistas.

Tampoco será posible atender a los clientes que a lo largo de la próxima semana tenían previsto conocer la colección de relojes más importante de Europa aprovechando el puente festivo.

La alcaldesa, María José García-Pelayo, lamentó ayer que “la colección de relojes más importante de Europa” no pueda visitarse “por falta de medios”, considerando imprescindible que tanto Ayuntamiento como Diputación -que son los patronos de la FAR- recuperen “el valor de la fundación”, de manera que “vuelva a ser un resorte económico importante” para la ciudad. El presidente de la Diputación, José Loaiza, consideró que la situación de la FAR es consecuencia directa del “enfrentamiento” que mantuvieron en la pasada legislatura Pilar Sánchez y Francisco González Cabaña, que rompió las relaciones entre los patronos.


El edificio de la calle Ancha podría venderse

García-Pelayo admitió que la FAR baraja la opción de vender el edificio de la calle Ancha a su actual inquilino, el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, con el objetivo de obtener liquidez económica con la que afrontar el futuro más inmediato.