Durante los desfiles de armadilla aparecieron las primeras gotas lluvia que se intensificaron a partir de las siete de la tarde
A partir de las siete de la tarde, cayendo una fuerte tormenta sobre la ciudad.
Aunque el arco iris salía a la hora de salida de la segunda de las Cofradias que tenían prevista su salida procesional para las ocho de la tarde, las Juntas de Aguas de ambas corporaciones llamaban a diversos centros meteorológicos y a provincias vecinas para ver lo que estaba sucediendo; la respuesta era clara, estaba lloviendo y las Cofradias no estaban saliendo, decisión que se adoptaba al unísono en ambas Cofradias tras realizar las oraciones correspondientes al Jueves Santo y ante los titulares de las Cofradias.
A continuación los acompañamientos musicales de las Cofradías se acercaban a las puertas de los templos para interpretar diversas marchas procesionales. En la Cofradia del Consuelo, ambas imágenes se colocaban frente a frente y se mecieron a los sones de las marchas.
Por otro lado, en la Cofradia de Servitas de Maria Santisima de los Dolores Coronada, ambas bandas de colocaban en ambos lados del patio del Convento de Belén para interpretar también algunas marchas. Cabe destacar el acompañamiento que iba procesionar junto al Cristo Amarrado en la Columna este año, ya que se trata de la Banda de Cornetas y Tambores Amigos de la Música de Antequera. Imágenes que ayudaron a poder verse imágenes de verdadero sentimiento cofrade, al existir algunos miembros de la banda que se quedaron sin acompañar a su Cofradia y que hicieron aflorar algunas lágrimas mientras interpretaban las piezas musicales.
Finalmente, las Cofradias no se atrevieron a poner su patrimonio a expensas de las inclemencias meteorológicas y confiaron en seguir conservando de una manera intacta el importante patrimonio.
Por un lado la Cofradia del Consuelo, estrenaba la canastilla dorada al completo del trono del Cristo de la Misericordia. Mientras que la Cofradia de los Dolores, estrenaba faroles restaurados en el trono del Cristo Caido y nuevas potencias en la imagen, obra de Jose de Mora y Andres de Carvajal.