El Málaga CF, después de un verano plagado de problemas y salidas de jugadores emblema, está viendo la luz al final del túnel gracias a su gran victoria en la previa de la Champions.
Pellegrini y los suyos, en un ejercicio de responsabilidad y compromiso decidieron no abandonar el barco a pesar de los numerosos inconvenientes surgidos en torno al club. Las salidas de Cazorla, Rondón o Mathijsen y la falta de recursos para completar la plantilla parecían avocar al club a la ruina deportivamente hablando pero, en contra de la opinión de más de una casa de apuestas, los jugadores que se han quedado y el entrenador malacitan han conseguido renovar la ilusión de los aficionados a través de dos buenos resultados.
Pero lo más positivo de todo son las sensaciones que transmite el equipo. La filosofía se mantiene aunque las bajas la podrían haber trastocado. La idea sigue siendo sacar el balón jugado y mantener la posesión combinando en todas y cada una de las zonas del campo.
Atrás Demichelis, Weligton, Jesús Gámez y Monreal son una zaga más que fiable. En el centro del campo ha mantenido a Toulalán, que sigue siendo un seguro de vida en esa zona. Recupera y juega al mismo nivel siendo pieza clave en el juego del equipo. En la zona ofensiva destaca la presencia de Joaquín e Isco. El primero sigue aportando desborde y chispa en tres cuartos y el segundo se ha convertido en la bandera de este equipo. El internacional español se ha convertido en el faro de este equipo. El fichaje de Cazorla por el Arsenal le ha otorgado galones de líder y él no ha rehusado dicho papel. Dos toques por futbolista, movilidad constante y verticalidad en tres cuartos son las señas de identidad de un equipo que ha pasado de estar al borde de la desaparición a tener un pie y medio en la fase de grupos de la Champions.
Los pronósticos deportivos no son muy optimistas en cuanto a su rendimiento en dicha fase pero este grupo sigue dando muestras de su fortaleza con el paso de los partidos. Esto, unido a algún refuerzo en la parcela ofensiva hacen que el Málaga ya vea la luz al final del túnel.
