La presencia del delantero brasileño Ricardo Oliveira, que debutará en su segunda etapa como jugador del Betis, ha animado a los verdiblancos para dar un golpe de efecto en el Ramón Sánchez Pizjuán, en el derbi que le enfrentará a un Sevilla que busca la victoria que le mantenga tercero en la clasificación.

El equipo de Paco Chaparro, sumido en una crisis de resultados que le hace tener próximos los puestos de descenso, se ha encontrado esta semana con la incorporación a la plantilla de Oliveira, lo que ha derivado en un optimismo en el club y los aficionados.

Chaparro, después de la decepción que supuso empatar la pasada jornada como local ante el Getafe (2-2) tras llevar un 2-0 favorable, ha tenido toda la semana para preparar el desplazamiento desde el barrio de Heliópolis al de Nervión y medirse a un eterno rival que no le ha podido dedicar tanto tiempo al derbi por su intenso compromiso del miércoles en la Copa ante el Athletic.

El entrenador trianero sólo cuenta con tres bajas para el choque, que son las del delantero brasileño Luiz Eduardo Schmidt Edu, el centrocampista Jesús Capitán Capi, estos lesionados, y el centrocampista Juan de Dios Prados Juande, quien debe cumplir un partido de sanción.

Por ello, el resto de disponibles, que son veintidós, están citados para el partido, de los que tendrán que ser descartados finalmente cuatro de ellos.

El Sevilla, por su parte, ha quedado vivo, después del 2-1 ante el Athletic, en su intención de jugar otra final de la Copa del Rey, pero en la Liga ha encadenado dos derrotas seguidas, por lo que el partido, independientemente de que sea un derbi, se afronta con la necesidad de ganar para mantenerse firme en el objetivo de acabar la competición en puestos de la Liga de Campeones.

El técnico sevillista, Manolo Jiménez, tiene a varios jugadores con molestias físicas y en proceso de recuperación.