La prestigiosa investigadora Margarita Salas participó ayer en las jornadas 'Mujeres en la Ciencia' que organizó la Universidad de Jaén. en colaboración con la concejalía de Igualdad.
La prestigiosa investigadora Margarita Salas participó ayer en las jornadas 'Mujeres en la Ciencia' que organizó la Universidad de Jaén.
La profesora de Investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa aseguró que "está empezando a aparecer la visibilidad de la mujer en el campo de la Ciencia".
Margarita Ochoa apuntaba que la mujer tiene un peso aún "pequeñito" en el ámbito de la Investigación, pero en los centros de investigación el número de mujeres es mayor que el de los hombres y son numerosas las féminas que están iniciando una carrera investigadora. "Mi previsión es que dentro de no más de 20 años la mujer en la Ciencia ocupará el puesto que le corresponde", decía. En esta misma línea, Salas aseguraba que no quiere una discriminación positiva, sino que "no haya una discriminación negativa hacia la mujer".
En cuanto al papel de la mujer frente al hombre, asegura que "las mujeres no tienen que demostrar más" por cuestión de sexo. "El problema es que a la mujer le ha costado más trabajo que al hombre llegar a un puesto importante en la investigación", argumentaba.
Sin embargo, asegura que en el mundo de la investigación "no existe discriminación", sino que hay menos mujeres.
La conciliación de la vida personal y laboral, y la incorporación de la mujer a carreras de Ciencias menos técnicas, fueron otros de los asuntos que abordó la investigadora.
Su participación en las jornadas finalizó con su aportación en una mesa redonda en la que se abordó el recorrido por los logros alcanzados por las mujeres investigadoras. En ésta se hizo especial hincapié en los problemas que impiden una mayor presencia de la mujer en puestos relevantes de la carrera investigadora en universidades y centros de investigación, así como también se puso sobre la mesa medidas y acciones encaminadas a solventar esta situación.
“Cuando comencé mi tesis era invisible para el bioquímico que me la dirigía, ya que pensaba que mi dedicación era por entretenimiento y no por profesionalidad”, terminaba Salas.