Las mujeres gitanas de la capital reivindicaron ayer el derecho a tener un empleo y alzaron la voz por una "igualdad social real". 

La Asociación Sinando Kalí de Jaén, presidida por Mª del Carmen Carrillo, celebró ayer en el centro social 'Antonio Díaz' las jornadas 'La igualdad de la mujer desde la perspectiva gitana'. "El feminismo que la mujer gitana está practicando es una lucha unida y no en contra del varón gitano", dijo Mª Carmen Carrillo. 

Durante el desarrollo de las jornadas, las féminas de raza gitana defendieron la necesidad de "romper con todas las barreras que impiden a las mujeres encontrar un puesto de trabajo y a los niños seguir estudiando y formándose", continuaba la presidenta de Sinando Kalí. 

Una de las lacras sociales con las que topan los gitanos es con la "dificultad que tienen los niños y jóvenes de continuar su formación académica al estudiar en guetos y al vivir en condiciones infrahumanas, durmiendo en habitaciones que comparten con sus hermanos y padres", recordaba Carrillo. 

El desarrollo de las jornadas tuvo "un gran éxito" y contó con la presencia de la concejal de Igualdad, Carmen Guerrero, y la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer, Natividad Redondo, que se comprometió a subvencionar unas jornadas sobre trabajo. 

El acto finalizó con la degustación de gachas, todas elaborados por hombres gitanos. 

Más tarde, la junta directiva de la Asociación se desplazó hasta el barrio San Vicente de Paúl. Entre casa y casa se encontraron con "condiciones de vida infrahumanas" y situaciones que les "horrorizaron". 

Esto es así, según explicaba Mª Carmen Carrillo, porque en ese barrio de la capital las viviendas están "en muy malas condiciones y con importantes problemas de humedad". Por todo ello, afirmó rotunda que San Vicente de Paúl es un "basurero". 

Ahora trabajan en la elaboración de un informe sobre la situación del barrio, donde reflejarán que viven "matrimonios jóvenes condenados a vivir en la miseria porque no encuentran trabajo", terminaba la presidenta.