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La escritura perpetua

Rosa Montero

Rosa Montero acudía a veces acompañada por Francisco Umbral, que la llamaba Rosita en alguno de sus artículos de cuando entonces,

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R osa Montero acudía en sus primeros tiempos como periodista a ‘El Avión’, que era un viejo pub decorado en tonos azules ubicado en el barrio de Salamanca de Madrid, con una avioneta que colgaba del techo, de ahí su nombre, y un pianista anciano y delgado que interpretaba temas de la película ‘Casablanca’ siempre con un vaso de whisky a mano. En ‘El Avión’ se bebía cerveza, se comían pipas y se hablaba de todo. Rosa Montero acudía a veces acompañada por Francisco Umbral, que la llamaba Rosita en alguno de sus artículos de cuando entonces, aquellos ‘Spleen de Madrid’ de la Transición en ‘El País’ llenos de negritas, y nunca se supo con certeza por aquellos escritos si Umbral la amaba o la odiaba.
     Rosa Montero empezó a publicar a mediados de los 70 unas entrevistas colosales. Era el nuevo periodismo norteamericano trasladado a la cultura madriles. Las entrevistas de Rosa Montero en el colorín de ‘El País’ suponían un acontecimiento para muchos lectores cada domingo, porque tenían algo de novela breve, una larga presentación del personaje en estilo muy literario, en el que la autora escribía un perfil muy subjetivo del entrevistado, aunque luego las respuestas las transcribía en un estilo directísimo, sacadas de la grabadora tal cual -o eso parecía-. En ocasiones las entrevistas resultaban demoledoras, como la que le formuló a Raphael en 1977 o así, sin duda en un mal día del cantante, que además a la periodista le debió caer fatal, y ella casi no intervino y dejó que Raphael descarrilara en un largo discurso absurdo y delirante. Sin embargo, se sintió fascinada por Harrison Ford en otra entrevista, cuando habló con él en unos grandes estudios de Hollywood en pleno éxito de la saga cinematográfica de Indiana Jones, el héroe ideado por Spielberg, el actor le contó que en sus inicios trabajó como carpintero para no vivir obsesionado con la llamada de los directores, y al terminar, tras despedirse, Rosa Montero se perdió por los laberintos de los estudios y de pronto vio como Harrison Ford acudía a rescatarla como si se tratara de Indiana Jones en una de sus aventuras.
     Rosa Montero ha escrito novelas extraordinarias como ‘Crónica del desamor’, ‘Amado amo’ o ‘La loca de la casa’, siempre en la tradición cultural española pero con un toque de un Truman Capote que se hubiese hecho feminista. Acaba de publicar un libro sobre las mujeres de los grandes dictadores de la historia, titulado ‘Dictadoras’, que se convertirá en una serie televisiva. Un nuevo libro de Rosa Montero es siempre un regalo. Hay que tratarla como a una reina.

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