El actor galés Luke Evans pone rostro a una nueva revisión del mito en "Drácula, la leyenda jamás contada", un filme apto para todos los públicos dirigido por el debutante Gary Shore, que inventa un preludio heroico para la novela de Bram Stoker.
La historia, ambientada en Transilvania (Rumanía) en el siglo XV, perfila al príncipe Vlad como un hombre dispuesto a transformarse en vampiro para salvar a su pueblo de la ofensiva otomana y para defender a su mujer y a su hijo.