Cada vez que se produce una noticia de cierta relevancia con relación a Cuba, enseguida se intenta analizar qué va a ocurrir en la Perla del Caribe.
Cada vez que se produce una noticia de cierta relevancia con relación a Cuba, enseguida se intenta analizar qué va a ocurrir en la Perla del Caribe. Ahora, con las declaraciones de Barack Obama al respecto como que: “Las relaciones entre ambos países han estado marcadas por décadas de desconfianza”, aunque dijo que era momento de poner fin a esa situación y de pasar página y, en ese sentido, recordó que Washington ya levantó a comienzos de semana las restricciones de viajes a la isla para los cubanoamericanos, pero eso parece ser sólo el principio. También afirmó que se facilitarían las relaciones en el sector de las telecomunicaciones. “Estoy preparado para que mi administración comience a trabajar con el Gobierno cubano sobre muchas cuestiones, desde Derechos Humanos, hasta las reformas en materia económica, de migración, o del tráfico de drogas”, precisó el demócrata durante su discurso, que fue seguido con gran expectación por los mandatarios iberoamericanos presentes en la reunión.
Las dos medidas pueden acelerar el cambio de la dictadura personal más prolongada del mundo hacia un régimen menos coercitivo. El ejemplo lo tuvimos en España, las remesas del turismo, la inversión extranjera y de los emigrantes aceleraron la caída de la dictadura. La formación de una amplia clase media, el contacto con la Europa democrática y el aumento del nivel de vida se hizo incompatible con las formas autoritarias de la dictablanda. De una forma frívola se afirma que el bikini y las discotecas aceleraron el advenimiento de la democracia. El dos piezas se convirtió en agente histórico. Las contradicciones entre la superestructura y la infraestructura como afirman doctrinalmente los marxistas se han visto sustituida por el coche, el piso y sus electrodomésticos
De una manera similar puede ocurrir en Cuba, el contacto con los cubanoamericanos que disfrutan de una serie de libertades y de calidad de vida puede acelerar los deseos de poseer en los cubanos y de disfrutar de los mismos bienes. La vuelta de los exilados cargados de dólares y productos para sus familiares abrirán los ojos a más de uno, si es que no lo tienen abiertos por las precarias condiciones en que se desenvuelven en su vida cotidiana los cubanos. Aunque al principio el búnker del viejo régimen se resistirá, a la larga puede tener perdida la partida, los aperturistas del sistema no tardarán en aliarse con el exilio moderado. Son éstos los que parecen comprender el mensaje de Barack Obama y han aplaudido sus medidas porque además de beneficiar a los isleños a corto plazo, a la larga puede acabar con el régimen castrista. El piso y el coche transformarán el castrismo en democracia. Hasta pronto gadiritanos.