El 4 de febrero de 1888, hace 127 años, tuvo lugar en Minas de Riotinto el que puede ser considerado uno de los primeros conflictos ecologistas y manifestación ambiental de la Historia, que culminó en una gran masacre, conocida como el 'Año de los tiros' en la que, se dice, murieron cientos de personas.
Ese día mineros y agricultores de la Faja Pirítica de Huelva se concentraron en la plaza del antiguo pueblo de Riotinto, el que se extendía por las laderas de la corta, para reclamar a la compañía Rio Tinto Co Ltd, que por entonces explotaba las minas de la localidad, la eliminación de las denominadas Teleras para la quema del mineral, que lo inundaba todo de humo contaminante afectando a la salud humana y animal.
Los manifestantes salieron a la calle bajo pancartas en las que se podía leer "no más humos tóxicos", "Riotinto quiere respirar aire limpio" o "teleras no", protagonizando una protesta que también tuvo un marcado carácter social y laboral, ya que exigían mejoras salariales, como que no se descontaran los cuartos y medios jornales cuando no trabajan por culpa de la manta de humo.
Durante el desarrollo de las protestas nadie podía presagiar su desenlace, la gran cantidad de gente que participó en las mismas provocó que desde la compañía y las propias autoridades locales se pidiera ayuda al Gobernador Civil de Huelva, quien mandó hasta el lugar a soldados del ejército regular español, quienes cargaron indiscriminadamente contra los manifestantes.
Al término de los mismos, la Compañía hablaba de que sólo habían muerto trece personas, pero los supervivientes aseguraron que fueron muchas más, cientos incluso, cuyos cadáveres se hicieron desaparecer.
Todo lo ocurrido, la magnitud de la protesta, así como la brutalidad con la que se reprimió la misma, han hecho que estos sucesos hayan pasado a la historia como uno de los grandes hitos del obrerismo revolucionario y del ecologismo español.
Además han sido protagonistas de libros varias ediciones editoriales, la más conocida, quizás, la novelada por parte del escritor onubense Juan Cobos Wilkins, 'El Corazón de la tierra' que fue llevada a la gran pantalla por el director, también de Huelva, Antonio Cuadri.
Unos hechos que este miércoles, a pesar de haber pasado 127 años, merece la pena que sean recordados y analizados para ponerlos en valor en su verdadera y justa importancia, y así lo entiende el Ayuntamiento de Riotinto, quien ha organizado un programa de actos que se extenderá hasta el próximo sábado con recitales de poesía y prosa de obras representativas que tratan estos acontecimientos, interpretaciones de piezas musicales, conferencias y proyecciones.
Actividades a las que se suma el homenaje propiamente dicho con la realización, este mismo martes, de una ofrenda floral en el monumento conmemorativo que se erige en la localidad.
Pero otros colectivos como Mesa de la Ría, Equo y Geisa tampoco quieren dejar pasar la oportunidad de traer al presente estos acontecimientos, de analizarlos, en este caso a través de una mesa redonda, porque defienden que "tienen una importancia igual a otros acontecimientos históricos aunque no se reconoce como tal por quienes gobiernan".
Además, consideran que tienen un "gran paralelismo" con la situación que vive hoy la ciudad de Huelva y el entorno de la ría, "tanto por la actitud connivente de las administraciones con respecto a las industrias químicas, así como por las explicaciones que se da a los ciudadanos con respecto a la necesidad de mantener una actividad contaminante y dañina para el entorno natural y la salud de los onubenses".
Similitudes y paralelismos al margen, lo cierto es que el conocido como 'Año de los tiros' es un acontecimiento histórico en sí mismo que debe ser conocido por marcar el inicio de la reivindicación medioambiental y sanitaria.