Los pupilos de Gregorio Vendrell en todo momento mandaron en el encuentro y nunca vieron peligrar la victoria, ante un Bm. Cáceres 2016, voluntarioso, pero al que le falta mayor rodaje competitivo.

Con el típico inicio de intercambio de goles, a partir del minuto diez, los locales comenzaron a imponer su ritmo, siempre vivo y con versatilidad en su juego, yéndose al descanso con una holgada renta de 17-12.

No hubo atisbo de reacción por parte del conjunto extremeño en la segunda mitad que siguió cifrando su empuje en acciones individuales aisladas y algún destello de calidad de su primera línea.

Gregorio Vendrell, entrenador del conjunto bailenense, con el triunfo más que encarrilado, gracias a diferencias que oscilaban en torno a los ocho goles, movió su banquillo con objeto de dosificar las fuerzas para el choque definitivo del domingo y contar con todos sus jugadores metidos en el torneo.

Al final, 30-23 y Bailén se lo juega todo en la mañana de este domingo, el empate no le vale, pero eso ya se preveía casi desde el inicio de competición, que habría que ganar los tres partidos, y eso es lo que tiene que hacer la plantilla local, darlo todo en la batalla de las batallas, una contienda para la historia.