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Martes 12/11/2024
 
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El pan por los suelos

A ver cómo me meto en el circo sin que nadie se lo tome a mal. De todos modos el asunto requiere de al menos un comentario. Me refiero al pan precocido congelado. Este producto, que está proliferando hasta en los quioscos de pipas y golosinas, se está poniendo tan de moda que estamos acabando ...

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A ver cómo me meto en el circo sin que nadie se lo tome a mal. De todos modos el asunto requiere de al menos un comentario. Me refiero al pan precocido congelado. Este producto, que está proliferando hasta en los quioscos de pipas y golosinas, se está poniendo tan de moda que estamos acabando (los consumidores) con las tahonas de toda la vida. Esto puede llegar a producir despidos, bajos salarios e incluso el cierre de alguna panadería.
La venta de pan congelado (horneado directamente en la pequeña tienda y en el quiosco o la gasolinera, como ya dije antes) deja al descubierto muchos interrogantes que para mí son importantes. Por ejemplo la procedencia del producto. Si es adecuado o no el lugar de la cocción definitiva y qué medidas sanitarias se han tomado o han exigido las autoridades sanitarias de nuestro país al susodicho establecimiento. Porque dicho sea de paso, las exigencias para la instalación de una panadería (o fábrica de pan) son extremas por el hecho de que se manipula y fabrica un alimento y la tasa de impuestos también son las propias que la ley requiere. Se precisa, además, de la instalación de un horno industrial que demanda un abastecimiento diario de gasoil o electricidad a escala industrial y la maquinaria necesaria para el amasado y forma final del producto en cuestión. Además de las materias primas como la harina (de la que se cuida su calidad), levadura, agua, sales, fermentaciones y posterior cocción en el horno adecuado a la temperatura que ése tipo de pan obliga. Otra cosa es el llamado, desde hace años, punto de pan caliente, para lo que el sector panadero se reunió en pleno y determinó días de ventas, precios, tamaños del pan y otras cuestiones con la intención de evitar la competencia desleal. Todo este entramado industrial se está viendo amenazado sin que nadie, ninguna autoridad competente, regule quién, dónde y cómo se debe de vender o poner a disposición del público este producto. Si se posee el carné obligatorio de manipulador y si la formación recibida es o no la adecuada. Lo peor es que, por otro lado, el costo del pan precocido congelado es más barato, y en algunos establecimientos te regalan una barra por la compra de otra. Lo que no sabe la gente es que la calidad no es la misma; ni la procedencia, ni la ruina a la que están sometiendo al sector tampoco. Es como decir que uno compra productos fabricados en países donde se explota a los trabajadores con la mano de obra barata. Estaríamos, pues, contribuyendo al declive y la pobreza del país en cuestión.

Oigo a veces por la calle que poco a poco está desapareciendo lo tradicional de nuestras vidas, de nuestra niñez. Por ejemplo las fiestas populares. Se nota que en España lo único que nos importa es el cachondeo, porque las tahonas de buenas hogazas son las tradicionales y las estamos mandando al carajo a una velocidad de vértigo. Los precios y los pesos de las barras de pan están regulados por el gremio de profesionales y nos estamos encontrando que en los puntos de venta de pan precocido y congelado se está vendiendo como en el cortijo de la Manoli se vendían los cochinos sin que se tengan en cuenta estos parámetros.
De momento esto no es más que un apunte de lo que le depara al sector en el futuro, que no es sino el cierre de las fábricas panaderas que hay repartidas por nuestra geografía y que dejará en la puta calle a miles de padres de familia. Luego vendremos a recordar con nostalgia aquellos maravillosos tiempos en los que íbamos a una tahona (oliendo a pan desde la distancia) y el panadero nos recibía como cada mañana. Existen muchas desventajas en el pan precocido congelado que mejor me reservo. Si no, que se realicen estudios para establecer si hay diferencias entre las propiedades del pan artesanal y el precocido congelado en cuanto a sus características sensoriales como la textura, sabor, color y apariencia así como la vida de uno y otro y los costos, con la finalidad de determinar cuál de estos productos de panificación ofrecen mayores beneficios para la industria y la mesa, que es esto último los que nos interesa. Para evitar que el pan siga estando por los suelos, las autoridades locales deben hacer algo. Porque no estamos hablando de pipas y litronas, sino de pan. No sé si me explico.

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