El prototipo es capaz de producir 3.000 litros de agua potable al día incluso en las condiciones más extremas, en pleno desierto. La máquina captura el agua disuelta en la atmósfera, por escasa que sea, y provoca su condensación.
Los resultados que ofrece han hecho que el gobierno de Namibia, un país con graves problemas de desertificación, haya encargado la fabricación de 1.500 unidades a la empresa Aquaer de El Viso del Alcor, en Sevilla, que tiene la patente.