Unos 40 municipios holandeses examinan la viabilidad de proyectos piloto que investiguen sobre la renta básica universal y ofrezcan soluciones alternativas al actual sistema de subsidios sociales, reflejando un creciente interés en Holanda por este tipo de ingreso ciudadano.
Se trata de una popularidad que además ha alcanzado niveles internacionales desde que medios como el británico The Independent se hicieran eco de los planes de la ciudad de Utrecht en poner en marcha un proyecto piloto basado en esta renta básica universal.
El concejal de Trabajo de Utrecht y uno de los responsables de que se lleve a cabo el proyecto, Victor Everhardt, explicó a Efe que la ciudad está "todavía trabajando en el diseño" del plan y "probablemente" no empezaran "hasta el próximo año."
Utrecht tiene ya definido "el esquema básico del experimento", que "durará un año", y al que invitarán a participar "a todas las personas con prestación social en Utrecht" y para el que necesitan "al menos 250 personas para llevarlo a cabo", indicó.
Estas personas, que serán elegidas al azar entre los solicitantes, "se dividirán en cinco grupos".
Uno que estaría "controlado", siguiendo las normas actuales, "otros tres que se administrarán con normas más flexibles" y "uno que se establecerá sin reglas ni ningún requerimiento y que será el "más parecido a la renta básica universal", concretó el técnico.
Para Everhardt, la idea de este experimento "surge de la voluntad de simplificar las normas y los requisitos actuales en materia de bienestar", porque "muchas no contribuyen a nuestro objetivo común de ayudar a la gente a encontrar trabajo", entre otros.
En Utrecht creen que "las normas y regulaciones en materia de bienestar actuales deben y pueden simplificarse" y ahora se trata de investigar "cual es la combinación que mejor funciona", añadió.
Pero es más, en toda Holanda otras "40 poblaciones están poniendo en marcha experimentos vinculados a la renta básica", señaló en declaraciones a Efe el econometrista holandés especializado en renta básica, Sjir Hoeijmakers.
La cifra es aproximada porque cada una se encuentra en un estadio diferente y algunas "son tan incipientes que no podemos saber hasta dónde llegarán", afirmó.
Este joven experto, que finalizó sus estudios el año pasado, ha terminado dedicándose a tiempo completo a la renta básica universal desde que concluyera con éxito su propia campaña de micromecenazgo a través de la que cobrará 1.000 euros mensuales durante dos años.
"Creo que ahora es el momento para dedicarse a investigar, escribir o crear sinergias alrededor de la renta básica en Holanda porque están teniendo lugar muchas iniciativas muy interesantes", comentó el experto.
Iniciativas que, según Hoeijmakers, "son muy diversas e interesantes" porque "en algunos casos son ciudadanos corrientes quienes las están poniendo en marcha o políticos", y a veces incluso "académicos o técnicos de los servicios sociales."
Además, "están despolitizadas" porque "incluyen miembros de todos los partidos políticos en Holanda", concreta.
De entre los proyectos pilotos, "ocho son bastante prometedores y están en proceso de concretarse", explicó este joven de 24 años.
Entre ellas, Utrecht, Tilburg, Wageningen y Groningen ya están trabajando en un plan más concreto, recalcó, y algunos ya se han puesto en marcha.
Existe otro segundo grupo que incluye las poblaciones de Nijmegen, Maastricht, Amsterdam y Geldrop-Mierlo que están investigando para ver qué experimento llevar a cabo, especificó.
En general, todos son experimentos alrededor de la renta básica, pero no todos experimentan al mismo nivel y, según Hoeijmakers, "existen dos direcciones claras."
Por un lado están "los experimentos que trabajan en exigir menos condiciones para acceder a la prestación social" y por otro lado "aquellos dirigidos a eliminar la denominada trampa de la pobreza".
Esta última tendencia en la que encontramos iniciativas como la de MIES en Groningen o la de "Ons basis inkomen" (renta básica en español) a nivel de país, "es en realidad la que más se acerca a la renta básica universal que consiste en la asignación de una cantidad monetaria incondicional para toda la población", puntualizó Hoeijmakers.
Ambas iniciativas, siguiendo el modelo iniciado por Michael Bohmeyer en Berlín "promocionan campañas de financiación colectiva para ofrecer rentas básicas a personas sin condiciones" con el objetivo o bien de "permitir a la gente que sus prestaciones duren más tiempo" o simplemente puedan "ganar dinero extra", indicó.
Aunque para este experto holandés "la renta básica universal es un sistema de redistribución de la riqueza más equitativo que el actual", independientemente del nivel de pureza de las iniciativas, "el reto ahora es trabajar con estos experimentos, que nos muestren los fallos y aquello que realmente funciona para hacernos las preguntas correctas y crear debate y sentar las bases".