El escritor barcelonés Víctor del Árbol, que este miércoles ha ganado el 72 Premio Nadal de Novela de Ediciones Destino con la historia 'La víspera de casi todo', ha asegurado: "Muchas veces la vida te abre los ojos pero tú los quieres cerrar. Es una forma de vida el olvido voluntario".
En rueda de prensa tras la tradicional velada literaria en el Hotel Palace de Barcelona, el autor se ha referido así al título con el que ha presentado la novela al concurso --'Cruce de olvidos'--, que está muy vinculado al argumento.
La novela --que se publicará el 9 de febrero, y después en catalán-- transcurre durante una noche entre La Coruña y un pequeño pueblo de la Costa Da Morte, y está protagonizada por un hombre que quiere morir y una mujer que quiere vivir.
La historia trata de recuperar en sus diferentes episodios cómo cada uno de los personajes ha llegado a esa situación y por qué, situándose en el punto "cuando todavía no ha pasado todo pero va a pasar".
Sus páginas están plagadas de personajes de la sociedad gallega --que él conoce muy bien-- que "no son capaces de dejar atrás su pasado", viviendo en un presente en el que lo único que hacen es sumar horas, acumular días, esperando un cambio que no llega y quejándose; una sociedad cerrada en un ambiente muy denso.
UN EXTRATERRESTRE EN UN ZOOLÓGICO
En este pueblo inventado llega una persona, "mundana, con cultura, guapa, de 44 años, procedente de Málaga y que ha viajado mucho", que decide cambiar de localidad y que cae en este pueblo como un extraterrestre que aterriza en un zoológico.
El autor ha considerado que a veces hay un clic en la vida: "Aparece una persona que nos cambia los planteamientos y es capaz de mover nuestras convicciones viviendo una vida que descubrimos que no éramos capaces de vivir".
"Creo que mi novela sigue en la línea de mezclar géneros, buscando voz narrativa propia en la que el lector se pueda identificar", ha explicado el ganador, que ha avisado de que la obra contiene el dolor presente en sus anteriores novelas.
También ha advertido de que también contiene pinceladas sobre la contradicción humana, y "la pregunta de qué somos y qué queremos ser", y, sin embargo, no va a haber tanta memoria histórica, aunque ha recordado que es el mismo escritor y que su libro tiene la misma fuerza.
MEMORIAS PERIODÍSTICAS
Lluís Foix, ganador del Premi Josep Pla con la novela 'Aquella porta giratòria' --que se publicará el 3 de febrero--, ha empezado justificando el título y ha dicho que esta obra es la segunda parte de sus primeras memorias 'La marinada sempre arriba' pero con un nuevo paisaje humano.
El ganador ha recordado sobre sus años de trayectoria periodística que "había gente muy culta, que escribía muy bien, la forma de trabajar de aquel tiempo y, sobre todo personajes", y ha comentado que el periodista de la actualidad está frente a una pantalla y no se levanta, no se hace preguntas.
Ha proseguido diciendo que había tipos muy singulares, también ahora, pero ahora la relación es con un ordenador, y ha añadido que antes se leía mucho más y que ahora no es tan necesario porque todo está en Internet: "El periodista no necesita saber tantas cosas, pero sí relacionar lo que sabe".
"He vivido las miserias y las grandezas" de este medio de comunicación, y ha recordado lo bien que se lo pasaba ejerciendo de periodista, e incluso ha dicho que lo volvería a hacer pagando.