Las jornadas de vísperas de este año pasarán a la historia de la Semana Santa por dar lugar a situaciones y toma de decisiones quizás algo exageradas para la situación que se presentaba y que esta por llegar, meteorológicamente hablando.
El Viernes de Dolores, comenzó con relativa normalidad. Todas las hermandades pusieron sus cortejos en la calle, desde Pino Montano, hasta la Misión, pasando por Pasión y Muerte, Bellavista, Bendición y Esperanza y la hermandad de Cristo de la Corona, que hasta adelantó en unos 15 minutos aproximandamente su horario de salida.
Todo transcurría con relativa normalidad, hasta que una cierta amenaza de lluvia, acompañada de un leve chispeo hizo que los nervios se apoderaran de algunas hermandades, dando lugar a situaciones un tanto exageradas para la cantidad de agua que caía en esos momentos, si bien es verdad, que bien entrada la madrugada la lluvía hizo acto de aparición de formal cruel sobre la ciudad.
Ante tal panorama, Pasión y Muerte decidió volverse sin hacer estación de penitencia a Santa Ana, Pino Montano aceleró el ritmo y entro con más de dos horas de adelanto en su sede, Bellavista hizo lo propio en su barrio ante las primeras gotas, la Agrupación Bendición y Esperanza regresó apresuradamente hasta su parroquia de Jesús Obrero y las hermandades de la Misión y la Corona mantuvieron la calma entrando en sus sedes casi a la hora establecida, no perdiendo los nervios ni la compostura ante el leve chispeo caído.
El Sábado de Pasión, la hermandad de Padre Pío salió a la calle ante el riesgo de agua estipulado, no más de un 50% y siempre chubascos dispersos y aislados, la cofradía, ante la sorpresa de todos, decidió volver sobre sus pasos hasta su templo, ante las malas previsiones, pero sin haber caído ni una gota, un hecho insólito y que ha sido poco comprendido por muchos cofrades que estaban acompañando al cortejo desde su sede hasta el barrio del Cerro del Águila.
El resto de las hermandades, realizaron su salida con total normalidad, retrasando en algunos minutos su horario, esperando que el riesgo de lluvia se disipara por completo. A destacar, el amplio cortejo de nazarenos de la hermandad de la Milagrosa en su estreno como hermandad de penitencia, así como, la compostura y saber estar de Torreblanca por su barrio. San José Obrero, Alcosa, también disfrutaron sus cofradías.