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Lunes 25/11/2024
 
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La conjura de los necios

El miedo es más fuerte que la esperanza, el miedo al rojo, al cambio, a las consecuencias, a la indefinición.

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John Kennedy Toole, después de que nadie quisiera publicar su novela, se quitó la vida. Su madre creyó en él, y después de muerto ganó el premio Pulitzer, y dejó una frase indeleble, que ahora puedo aplicar a la maquiavélica idea de conspirar contra un político catalán que no le gustaba a un ministro. No a uno cualquiera, sino al que tiene la obligación constitucional de velar por nuestra seguridad.
Curiosa forma de protegernos, indagando sobre las vidas privadas, y buscando la connivencia de los medios de comunicación, y de la fiscalía general del Estado.

Más curiosa todavía la posición del Gobierno en el que sigue, y que dice tenerlo todo controlado, pero, con ser tan grave la posición institucional, se entiende menos aún la del electorado, que lo vota y vuelve para que seguir siendo representante del pueblo soberano.

Algo tiene que estar pasando en un país, en el que en lugar de rechazar la corrupción, se ensalza a las fuerzas políticas que no tienen la menor ejemplaridad para el pueblo, algo grave sin duda.
Cuándo el gobierno de Aznar mintió sobre el grave atentado terrorista de Atocha, bastaron dos días escasos para volverle la espalda a un gobierno que no nos representaba, y ahora, la derecha, que se extasía ante un campo de alcachofas, gana un elector por cada una de las verduras del campo que conmueven al presidente del gobierno.

El miedo es más fuerte que la esperanza, el miedo al rojo, al cambio, a las consecuencias, a la indefinición, nos ha vuelto tan necios como ellos, esos políticos que no saben ni hablar, que confunden las palabras, los conceptos, las fechas, que recitan lo que los asesores les cuentan entre las distancias espaciotemporales de los actos, completamente al margen de los problemas de las personas a las que dicen defender.

Arriesgar, eso hicimos en la transición, y se  legalizaron los partidos, los sindicatos, las orientaciones sexuales, la dignidad de un pueblo que ahora peligra.

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