Medio Ambiente aprueba la adecuación de las salinas
Se recuperarán 8.881 metros de vueltas de afuera y se colocarán ocho compuertas
El Ministerio de Medio Ambiente ha dado su visto bueno al proyecto de adecuación de las vueltas de afueras de las cuatro salinas de Puerto Real. Se trata de la Atravesada, Carmen de San Miguel, Divina Pastora y San Fernando, que serán objeto de unas labores de mejora para recuperar su estado original.
La Secretaría de Estado de Cambio Climático ha consideró innecesario someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental al entender que la actuación no va a producir “efectos adversos significativos”. Pese a ello, sí se han incluido en el proyecto una serie de modificaciones para garantizar la protección del espacio de actuación.
El proyecto consiste en la restauración de las cuatro salinas, ubicadas en el término municipal de Puerto Real, en el saco interno de la Bahía. Se trata de antiguas marismas naturales trasformadas históricamente por el hombre para la obtención de sal y utilizadas eventualmente para el cultivo de peces. La salina Carmen de San Miguel tiene una superficie de 35 hectáreas, se recuperarán 3.168 metros de vuelta de afuera y se repararán tres compuertas. En la de San Fernando, con 41,5 hectáreas, se recuperarán 1.939 metros de acceso y se instalarán dos compuertas. La salina Divina Pastora, con 33,7 hectáreas, reparará 1.897 metros de vuelta de afuera y se colocarán dos compuertas, mientras que en la Atravesada, con 23,7 hectáreas, se actuará en 1.877 metros de vuelta de fuera y se pondrá una compuerta. En total, se recuperarán 8.881 metros de vuelta de afuera y se colocarán ocho compuertas molineras, dos de ellas simples y el resto serán dobles.
Tras las consultas a las administraciones implicadas, se determinó la necesidad de incluir modificaciones al proyecto para garantizar que la actuación resulte compatible con las directrices y objetivos fijados por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, en los que se identifican la reconstrucción de vueltas de afuera y de las compuertas salineras como “actuaciones prioritarias”.
De hecho, las cuatro salinas se encuentran en un proceso de envejecimiento que está provocando un descenso de la calidad de hábitat y taxones, con lo que la restitución de la especial hidrografía de las salinas “permitirá conservar los hábitat característicos de estas explotaciones tradicionales, actualmente en riesgo de desaparecer”.
Los cambios se refieren al sistema de regulación de acceso rodado a las vueltas de fuera, para lo que se instalará una cancela con el fin de poder limitar el acceso a los muros en épocas de nidificación de las especies presentes en la zona.
También se realizará un estudio de avifauna y se definirá la época de parada de las obras en relación a las especies que se encuentran en este espacio --aunque no hay especies amenazadas, se propone detener los trabajos del 15 de abril al 31 de julio--; y se redefinirá la sección tipo de las vueltas de afuera para evitar el avance de los taludes de éstas hacia el caño.
Con estas modificaciones se ha conseguido que el proyecto sea compatible con los criterios de actuación dentro del parque natural fijados por la planificación del espacio en lo referente a la conservación de hábitat, flora y fauna silvestre del parque.
Así, se contempla un especial cuidado durante las obras y, a su término, se tratará las zonas afectadas, retirando cualquier residuo generado y procediendo posteriormente a reacondicionar los suelos afectados.
Por ello, la Secretaría de Estado de Cambio Climático “no observa que --la actuación-- vaya a producir impactos adversos significativos”, por lo que decide no someter el proyecto al procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
La Secretaría de Estado de Cambio Climático ha consideró innecesario someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental al entender que la actuación no va a producir “efectos adversos significativos”. Pese a ello, sí se han incluido en el proyecto una serie de modificaciones para garantizar la protección del espacio de actuación.
El proyecto consiste en la restauración de las cuatro salinas, ubicadas en el término municipal de Puerto Real, en el saco interno de la Bahía. Se trata de antiguas marismas naturales trasformadas históricamente por el hombre para la obtención de sal y utilizadas eventualmente para el cultivo de peces. La salina Carmen de San Miguel tiene una superficie de 35 hectáreas, se recuperarán 3.168 metros de vuelta de afuera y se repararán tres compuertas. En la de San Fernando, con 41,5 hectáreas, se recuperarán 1.939 metros de acceso y se instalarán dos compuertas. La salina Divina Pastora, con 33,7 hectáreas, reparará 1.897 metros de vuelta de afuera y se colocarán dos compuertas, mientras que en la Atravesada, con 23,7 hectáreas, se actuará en 1.877 metros de vuelta de fuera y se pondrá una compuerta. En total, se recuperarán 8.881 metros de vuelta de afuera y se colocarán ocho compuertas molineras, dos de ellas simples y el resto serán dobles.
Tras las consultas a las administraciones implicadas, se determinó la necesidad de incluir modificaciones al proyecto para garantizar que la actuación resulte compatible con las directrices y objetivos fijados por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, en los que se identifican la reconstrucción de vueltas de afuera y de las compuertas salineras como “actuaciones prioritarias”.
De hecho, las cuatro salinas se encuentran en un proceso de envejecimiento que está provocando un descenso de la calidad de hábitat y taxones, con lo que la restitución de la especial hidrografía de las salinas “permitirá conservar los hábitat característicos de estas explotaciones tradicionales, actualmente en riesgo de desaparecer”.
Los cambios se refieren al sistema de regulación de acceso rodado a las vueltas de fuera, para lo que se instalará una cancela con el fin de poder limitar el acceso a los muros en épocas de nidificación de las especies presentes en la zona.
También se realizará un estudio de avifauna y se definirá la época de parada de las obras en relación a las especies que se encuentran en este espacio --aunque no hay especies amenazadas, se propone detener los trabajos del 15 de abril al 31 de julio--; y se redefinirá la sección tipo de las vueltas de afuera para evitar el avance de los taludes de éstas hacia el caño.
Con estas modificaciones se ha conseguido que el proyecto sea compatible con los criterios de actuación dentro del parque natural fijados por la planificación del espacio en lo referente a la conservación de hábitat, flora y fauna silvestre del parque.
Así, se contempla un especial cuidado durante las obras y, a su término, se tratará las zonas afectadas, retirando cualquier residuo generado y procediendo posteriormente a reacondicionar los suelos afectados.
Por ello, la Secretaría de Estado de Cambio Climático “no observa que --la actuación-- vaya a producir impactos adversos significativos”, por lo que decide no someter el proyecto al procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
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