Las declaraciones de
Rodrigo Echenique y
Pablo López, primeros directivos de
Santander y HSBC en España, dentro del juicio contra el expresidente de
Abengoa,
Felipe Benjumea, por la indemnización de 11,4 millones que recibió al dejar el cargo el 23 de septiembre pasado han dejado ideas muy relevantes. Javier Benjumea, hermano de Felipe y que fue expulsado del consejo de la empresa por éste hace dos semanas, se ha acogido a su derecho a no declarar, según fuentes jurídicas consultadas. Todos habían sido citados como testigos.
Primero, Echenique negó tajantemente que el banco hubiera exigido la salida de Felipe Benjumea como condición para seguir apoyándole financieramente. Sí reconoció que banco Santander lo recomendó, como ha hecho también en Isolux con su ya expresidente Luis Delso. Y ello porque "el conjunto del sistema financiero ya no confiaba en Felipe Benjumea ni en su gestión". El contrato de asesoramiento que firmó Benjumea el mismo día que presentó su dimisión, por ejemplo, no fue comunicado a los bancos.
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Las cuentas de Abengoa nunca estuvieron claras, decían que eran unas y luego eran otras. Por eso, y por los incumplimientos en el plan de desinversión de activos, no se apoyó la ampliación de capital". Se refería a la fallida amplición de 650 millones lanzada en agosto del pasado año.
Pablo López, por su parte, también negó que el banco que dirige en España, el gigante HSBC, exigiera la salida de Benjumea. Fue el entonces consejero delegado en septiembre de 2015, Santiago Seage, quien le comunicó telefónicamente la salida del presidente. "En 24 horas estuvimos de acuerdo en esa salida tanto nosotros como toda la banca", aseguró López. El directivo recordó además que si en noviembre de 2014, cuando la empresa sufrió el hasta entonces mayor derrumbe bursátil de su historia por dudas sobre su deuda real, la situación de la compañía era "delicada", en mayo de 2015 cuando se anunció la salida de su consejero delegado Manuel Sánchez, esa situación era ya "débil y cuestionada".