Le dan a uno ganas de ponerse a hablar del revuelo que se ha montado con el concejal que casa en el Ayuntamiento vestido de cura y bufanda del Barça, pero la responsabilidad exige hablar de cosas más serias, de las cosas de comer...
Se ha quedado encima de la mesa el contrato de Limpieza y Recogida de Basuras por falta de apoyos de los concejales de la oposición al pliego presentado por el Equipo de Gobierno. El contrato en cuestión es el mayor de los que contrata el Ayuntamiento, ya que supera los doce millones de euros, y ha llegado a estar por encima de los quince millones en algunos años anteriores.
El principal partido de la oposición, el PP, a través de su portavoz dice oponerse a aprobar el pliego porque el mismo da un valor de 70 puntos a la oferta económica, ya que según dicen, es entrar en una subasta… Y se quedan tan anchos… Y dejan a la ciudad sin pliego con el que renovar el servicio.
A ver, alma cándida: ¿qué dicen todas las recomendaciones del Ministerio de Hacienda que preside un sr. de vuestro partido que se parece mucho al sr. Barns pero que se llama Montoro? Pues dice precisamente que la oferta económica de los pliegos debe estar valorada al menos en un 70% de los puntos. ¿Y qué dice el plan de ajuste municipal que tuvo que aprobar el PP porque lo exigía el Ministerio?
Pues lo mismo, que los pliegos tuvieran una valoración económica al menos del 70%. ¿Y qué significa que la valoración sea de un 70% de lo económico? Pues que las empresas tendrán que gestionar bien para dar el mismo servicio por menos precio.
Que la oferta económica tenga una valoración del 70% es conseguir la EFICIENCIA. Si los que hablan hubieran leído un poco de lo que aprueban en el parlamento y en el pleno donde levantan la mano y calientan el sillón, sabrían de lo que hablan, porque todas las modificaciones legislativas de 2010 para acá contienen ese concepto de eficiencia como principio rector de la gestión de la administración pública.
Que la organización de los medios sea la adecuada para dar el mejor servicio al menor precio va a favor del ciudadano y obliga a las empresas a ponerse las pilas. ¿A quién defiende entonces el que quiere que la empresa cobre más del Ayuntamiento por el mismo servicio?
Qué fácil se ven las cosas cuando se dispara con pólvora ajena. Lo que tiene que explicarnos el PP es cuánto está dispuesto a que suba el precio de la recogida de basuras en nuestros recibos del agua (que es donde se paga), y cuánto está dispuesto el PP que se destine del presupuesto municipal a la limpieza de la ciudad.
Que la ciudad no ha estado limpia con el último contrato es una realidad, que el precio pagado era desproporcionado para el servicio recibido también es una realidad.
Por tanto lo que hay que determinar, pamplinas aparte, es cómo las empresas proponen organizar el servicio y a qué precio para que la ciudad luzca una limpieza similar a las de nuestras ciudades vecinas.
Se echa en falta la presentación de un verdadero estudio de las deficiencias de limpieza y de cómo poder atajarlas.
Dicen que el pliego es continuista pero no hay nada más continuista que dejar el pliego encima de la mesa y que continúe gestionando el servicio la empresa que está ahora, FCC, sin tener que enfrentarse por ahora a la competencia. FCC es la verdadera beneficiada de que el contrato lo hayan dejado encima de la mesa.
