Un caso de fuerza mayor impidió al párroco de La Bazán oficiar el sepelio
El reverendo asegura que uno de los familiares entendió bien su situación
Asistía a la declaración de nulidad de un matrimonio
El padre Pedro Velo González, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en la barriada de La Bazán, ha querido salir al paso de las declaraciones vertidas haces unos días en este periódico por unos vecinos en relación al horario de apertura de la parroquia en cuestión y sobre la no realización de un sepelio.
Según manifiesta el sacerdote en un escrito remitido a este periódico, el pasado martes, día 10, recibió una llamada telefónica del Tanatorio para un sepelio para el día siguiente, miércoles, y que tenía que ser por la mañana, ya que por la tarde estaba cerrado el cementerio por fumigación. El reverendo hizo saber su imposibilidad de atenderlo indicando los motivos, pidiendo que se le comunicara a la familia, y que el sepelio se realizara por el capellán en la capilla del propio Tanatorio,ya que él celebraría en la parroquia el funeral.
El motivo de la imposibilidad de oficiar era que el miércoles tenía en el Tribunal Eclesiástico un juicio de nulidad matrimonial. “Estas actuaciones judiciales están programadas con un mes de antelación, pues las partes y los testigos tienen que pedir permisos en sus trabajos e, incluso, desplazarse desde otras localidades. Por la tarde vinieron a verme dos familiares del difunto, creo que nietos; uno de ellos, muy educado y respetuoso, que comprendió mis explicaciones; el otro, algo alterado, profirió insultos, palabras soeces e intentó agredirme, cosa que el otro familiar evitó, y que agradezco. Estos hechos no los he denunciado ante la autoridad pública porque comprendo que ese señor no estaba en sus plenas facultades por la situación de dolor que estaba pasando.
Estos son los hechos y Dios sabe que son ciertos, por lo que tengo mi conciencia tranquila”, explicó en su comunicado.
A aquellos que se sienten dolidos por no haber podido ser atendidos el padre Velo les pide perdón y reitera que nunca ha tenido voluntad de hacer daño ni maldad en su modo de proceder.
En relación a la AVV
Por último, el párroco se ha dirigido a la la Asociación de Vecinos Bazán para indicarle que el mismo celo que ha demandado servicios religiosos parroquiales por la mañana “también lo tenga para ayudar a tantas familias en situación precaria de la barriada y que acuden a la parroquia en busca de ayuda, sabiendo que allí son acogidos, atendidos y ayudados”, concluyó.
Según manifiesta el sacerdote en un escrito remitido a este periódico, el pasado martes, día 10, recibió una llamada telefónica del Tanatorio para un sepelio para el día siguiente, miércoles, y que tenía que ser por la mañana, ya que por la tarde estaba cerrado el cementerio por fumigación. El reverendo hizo saber su imposibilidad de atenderlo indicando los motivos, pidiendo que se le comunicara a la familia, y que el sepelio se realizara por el capellán en la capilla del propio Tanatorio,ya que él celebraría en la parroquia el funeral.
El motivo de la imposibilidad de oficiar era que el miércoles tenía en el Tribunal Eclesiástico un juicio de nulidad matrimonial. “Estas actuaciones judiciales están programadas con un mes de antelación, pues las partes y los testigos tienen que pedir permisos en sus trabajos e, incluso, desplazarse desde otras localidades. Por la tarde vinieron a verme dos familiares del difunto, creo que nietos; uno de ellos, muy educado y respetuoso, que comprendió mis explicaciones; el otro, algo alterado, profirió insultos, palabras soeces e intentó agredirme, cosa que el otro familiar evitó, y que agradezco. Estos hechos no los he denunciado ante la autoridad pública porque comprendo que ese señor no estaba en sus plenas facultades por la situación de dolor que estaba pasando.
Estos son los hechos y Dios sabe que son ciertos, por lo que tengo mi conciencia tranquila”, explicó en su comunicado.
A aquellos que se sienten dolidos por no haber podido ser atendidos el padre Velo les pide perdón y reitera que nunca ha tenido voluntad de hacer daño ni maldad en su modo de proceder.
En relación a la AVV
Por último, el párroco se ha dirigido a la la Asociación de Vecinos Bazán para indicarle que el mismo celo que ha demandado servicios religiosos parroquiales por la mañana “también lo tenga para ayudar a tantas familias en situación precaria de la barriada y que acuden a la parroquia en busca de ayuda, sabiendo que allí son acogidos, atendidos y ayudados”, concluyó.
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