Un ictus cambió la vida del empresario Joaquín Gómez hace doce años, pero también la de cientos de personas que sufrieron un accidente cerebrovascular y que han pasado durante este tiempo por el Instituto de Neurorehabilitación Charbel que provodencialmente fundó.
Con 62 años tuvo que empezar desde cero, pero por su tesón y voluntad fue recuperando todas sus facultados y hoy lleva una vida independiente y absolutamente normal, aunque el negocio familiar descansa ya en sus hijos.
Nos ha contado su inspiradora historia sentados a mesa y mantel en Albur Cervecería.