El miércoles y el jueves de esta semana, el Centro Andaluz de la Letras (CAL) ha celebrado un homenaje a los hermanos Murciano. El director del centro e impulsor del reconocimiento, Juan José Téllez, fue el encargado de ofrecer la primera conferencia, que versó sobre la vida y obra de estos dos ilustres arcenses. Posteriormente, la profesora María del Carmen García Tejera y el también catedrático y académico José Antonio Hernández Guerrero disertaron sobre el amplio quehacer literario que los hermanos Murciano han desarrollado a lo largo y ancho de sus vidas. Tras ello, distintos poetas dieron lectura a una breve muestra de algunos de los poemas más significativos de los homenajeados, entre ellos Jorge de Arco, Pedro Sevilla y Pepa Caro.
Los dos actos se celebraron en la Capilla de la Misericordia y como no podía se de otro modo, se sumaron amigos, familiares y compañeros escritores.
La Delegación de Cultura arcense ha acogido con agrado esta iniciativa y desde un primer momento ha mostrado su apoyo y colaboración a los actos en torno a la figura y dimensión artística de estos hijos predilectos de Arcos.
Antes, el miércoles Antonio y Carlos Murciano asistieron al descubrimiento, en la fachada de su casa natal, de un nuevo azulejo conmemorativo; acto dirigido por el alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, y el director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez, que dijo a los medios: “Este no es un acto literario, es un acto de justicia. Es el reconocimiento de una ciudad a sus voces de la tribu. El imaginario de los pueblos está trenzado de versos que en Andalucía se han escrito durante siglos, instintivamente, en el aire y en el papel. Tanto Carlos como Antonio son herederos de esa tradición. No hay mejor lugar que Arcos para recordarlos, en esta casa donde estuvo la de su familia y se creó en 1949 la revista ‘Alcaraván’, que tanto significó para la Andalucía de su tiempo y para otras escalas de una España aún malherida por la guerra y el silencio. Ellos les dieron voces a los poetas y ahora es Arcos el que da sus nombres a una placa humilde, pero digna, con la que recordar todo aquello. Es el rincón más de los Murciano en Arcos, donde ellos han contribuido a crear ese imaginario…”
Familiares, allegados y amigos (entre los que no faltaron otros escritores, como José María Velázquez-Gaztelu y Pedro Sevilla, pieza clave en la gestión del homenaje), se congregaron en la calle Nueva para acompañar a los hijos predilectos de la ciudad en una tarde de emociones y reencuentros con una parte importantísima de la historia viva de la poesía en lengua castellana.
El nuevo azulejo, ya a la vista de todos, recoge las fechas de nacimiento de los dos hermanos: 1929 y 1931; así como la constatación de que en esa casa tuvo su sede la revista ‘Alcaraván’, que Antonio y Carlos Murciano cofundaron y dirigieron.
Según declaraba Isidoro Gambín, “ellos, hijos predilectos, con su prestigiosa y afamada labor, realzan, si cabe, la imagen de Arcos en otras tierras y gentes. La calidad de sus trabajos, el dominio de diversos campos (de lo popular a lo culto y viceversa) les ha hecho merecedores de los más altos reconocimientos y premios”.
A todo, los hermanos no pudieron ocultar su emoción y dijeron que llevarán este recuerdo siempre en sus corazones.