En este sentido, el abogado de los padres de los menores implicados en el caso, Oliver Roales, ha explicado que el juez que instruye el caso ha ratificado la orden de alejamiento del docente hacia los menores, aunque si bien se ha eliminado la distancia mínima de 300 metros establecida en un principio.
Según la defensa de los padres, éste es el motivo por el que el profesor no puede dar clases en el centro, “en ningún caso porque esté deprimido”, resaltó.
El abogado ha enfatizado la “casi plena constancia” que tiene en relación a los hechos de supuestos abusos de los que se acusa al docente, a la vez que ha adelantado la petición por parte del magistrado de la elaboración de un segundo informe para aclarar ciertos conceptos del mismo “demasiado técnicos”.