La polifacética artista sanluqueña participa este martes en el Homenaje a Manolo Sanlúcar, que tiene lugar en el Teatro Villamarta de Jerez, por toda una vida dedicada a engrandecer la cultura andaluza y el arte flamenco, en particular.
Naike Ponce, que fue nominada a mejor álbum de música flamenca en los Latin Grammy por su proyecto "Vivir". nos atiende amable e ilusionada por este acto.
Con ella recordamos sus inicios y una trayectoria que le ha hecho merecedora de la presencia en los mejores escenarios del mundo.
Si echamos la vista atrás, vemos una infancia entre flamencos y flamencas de nuestra tierra.
Pues sí, aunque la que propicia todo es Encarnación Marín La Sallago, que me descubrió cantiñeando en familia, cuando yo no sabía ni cantar. Ella me envió a Jerez con La Chiqui, donde conocí a Domingo Rosado. Allí empezó todo. Los concursos, los homenajes, las actuaciones, rodeada de flamencos reconocidos… Tuve la suerte de vivir todo ello y me sentí una esponja absorbiendo todo y enriqueciéndome con todos los artistas.
Luego, tuve la suerte de ganar el primer concurso joven de cantiñas que me concedió una beca con la que llegué a Sevilla.
Sin embargo, no te encasillas. A pesar de que tus principios sean claramente flamencos, con cada paso que has dado has ido abriendo tu carrera, llegando a probar los musicales una vez estás en Madrid.
Desde mi primer disco, lo que consideré toda una universidad, lleno de versiones, incluso de jazz, no he parado de aprender. Es una profesión que se considera una carrera de fondo, sobre todo, con el flamenco, que es un arte infinito.
Es que al final, de eso se trata, ¿verdad? De seguir aprendiendo continuamente.
Claro. Yo no quiero cerrarme al flamenco. El arte se alimenta y se fortalece. Para mí, el propio flamenco es fusión. No me gusta decir qué es o qué no es flamenco. El que sabe lo que es flamenco no tiene duda. Yo no tengo ninguna duda de que cante lo que cante, es flamenco, es mi base.
Me gusta esto que comentas de que el flamenco es también producto de la fusión, porque cada género musical es producto de una mezcla de sonidos que llegan de diferentes partes del mundo y nos unen más de lo que pensábamos.
Exacto. Es que fíjate que el arte es la traducción de las reivindicaciones o de los pesares de un pueblo y una persona en unas circunstancias concretas. Yo no he pasado las fatigas de Tío Borrico, por lo que no puedo sentir ni cantar como él. Pero es importante cantar desde lo que tú has mamado y desde tu propio sentir. Así que al final, todo fluye y todo se convierte en lo que uno capta de alrededor. Por eso, cuando decimos que el flamenco es nuestro porque nace de nosotros, los andaluces, llevamos razón, pero no podemos apropiárnoslo y pensar que nadie más puede cantarlo.
Este es un tema polémico, precisamente.
Es que el arte es de quien lo siente. Aunque también te digo que yo corroboro las palabras de Manolo Sanlúcar, que decía que el flamenco no puede hacerlo alguien que no haya venido aquí. Tú puedes amarlo, pero tienes que venir a aprenderlo. Luego conectas con la necesidad de expresar y con tu aprendizaje y entonces, se convierte en lenguaje universal.
Hay que mantener el flamenco tradicional al mismo tiempo que lo abres al mundo, pero hay que ir despacio. No podemos pretender que cualquiera entienda este arte empezando por una seguidilla sin haberlo escuchado en su vida.
Sin embargo, al final, lo que cualquier artista pretende con su música es emocionar.
Por supuesto. De eso se trata, ¿no? De una u otra forma es el objetivo de cualquier artista y por eso trabajamos.
Y en tu caso concreto, emocionas no solo cantando, si no también, bailando.
Es que yo no concibo cantar sin bailar. Hay gente que se expresa muy bien con la voz y yo lo hago con el movimiento. No lo puedo evitar, empecé bailando, y así es cómo he aprendido a transmitir lo que siento.
De hecho, estuviste incluso en el Ballet Nacional.
Así es. Tuve la suerte de tener un importante en la obra de Sorolla y fue una experiencia increíble. Solo pude estar en esa programación, pero me quedo con otra aventura más dentro de todo este aprendizaje.
Y concluyendo, Naike. ¿Qué supone finalmente formar parte en el Homenaje a Manolo Sanlúcar?
Uff, imagínate. Es un privilegio y una alegría. Estoy muy emocionada y orgullosa de que hayan contado conmigo para algo así, con todo lo que se le debe a Manolo Sanlúcar. Estaré acompañando a muchos artistas fantásticos este martes en el Teatro Villamarte, una fantasía.
Naike Ponce se despide así de nosotros, no sin antes recordar que se encuentra inmersa en un último trabajo discográfico que verá la luz en los próximos meses. “En Mayo empezaremos la grabación de un proyecto diferente, aunque siempre flamenco. Pero nos salimos del tiesto, eso sí lo avanzo”.
Ada Salas Macías
Cádiz Suena Bien
