Jesús Maetzu aseguró hace 24 años que en los 40 metros cuadrados que tienen los pisos del Cerro del Moro, con familias de hasta 12 hijos, no se podía vivir. En 2018, el Defensor del Pueblo Andaluz advirtió al alcalde y al delegado territorial de Fomento de turno que “vamos tarde para colocar el primer ladrillo” del nuevo bloque de pisos para 64 familias que sufren el estado ruinoso de sus inmuebles. Ayer, el también Hijo Predilecto de la Provincia repitió ambos mensajes en su visita al barrio, donde pasó casi década trabajando para mejorar las condiciones de sus habitantes, y donde se reencontró con su gente.
Su intención era acudir con el primer edil, José María González, Kichi, y los responsables de vivienda de la Junta de Andalucía, pero lo reconsideró y emplazó a las autoridades a citarse en la asociación de vecinos en el transcurso de un mes para abordar los avances en el proyecto de construcción de las 67 viviendas de la fase 7, pendientes desde los años 90, y adquirir compromisos firmes.
Maetzu fue optimista tras reunirse con las dos partes. El alcalde le transmitió que el Ayuntamiento ha cumplido con todos los trámites urbanísticos y le toca mover ficha a la Junta. Y el director general de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), Juan Carlos del Pino, reiteró la voluntad política de la Administración autonómica: el proyecto de ejecución ya está redactado, con un presupuesto de diez millones, y aportará un tercio de la financiación; el resto se costeará con fondos del Gobierno central y Next Generation con un plazo máximo de justificación en 2026.