Iceta tomó posesión como sexto obispo de Bilbao en una ceremonia solemne celebrada en una catedral de Santiago abarrotada de fieles, ante la presencia de una treintena de obispos y arzobispos de otras diócesis del Estado y del nuncio del Vaticano en España, Enzo Fratini.
También han asistido en representación del Gobierno vasco su portavoz, Idoia Mendia; el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, al frente de una delegación del Consistorio.
Tras recibir del nuncio el báculo que le acredita como nuevo obispo de Bilbao, Iceta ha pronunciado una homilía, donde ha dejado clara su voluntad de ser “servidor de todos” y ha animado a que “juntos, nos sintamos enviados a trabajar en la viña del Señor”.
La llegada de Iceta al frente del Obispado de Bilbao ha estado precedida por la polémica creada en las bases de la Iglesia vizcaína, algunos de cuyos miembros consideraron que su nombramiento había sido “impuesto” sin haber tenido en cuenta su opinión.
“Pidamos al Señor que fortalezca la comunión de nuestra Iglesia, que seamos capaces de vivir en unidad, que es un don del Espíritu, con la riqueza y diversidad de carismas, ministerios y sensibilidades que edifican la comunión”, ha asegurado Iceta durante la ceremonia.