El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha logrado conjurar, al menos por el momento, la amenaza de paros en el servicio de Ayuda a Domicilio. La huelga prevista a partir de este lunes queda aplazada tras “el acercamiento”, en palabras del comité de empresa, Óscar Miraut, entre la plantilla y el equipo de Gobierno. La asamblea de trabajadores abordará el estado de la cuestión. El primer edil se ha mostrado, desde el preaviso de la suspensión de la actividad, relativamente tranquilo, dado que confía en que el nuevo pliego, suficientemente dotado para dignificar las condiciones laborales y garantizar una mejor prestación para el millar de usuarios a diferencia del que planteó José María González, Kichi, lleve a los sindicatos a rehusar a su pretensión de municipalizar el servicio.
Paralelamente, el Ayuntamiento trata de desactivar las movilizaciones de los empleados de la limpieza viaria, fijadas en plenas fiestas del Carnaval en la calle, desde el 10 de febrero. Los representantes de los trabajadores estallaron ante la cámara de 7TV este jueves, tras levantarse de la mesa de negociación con Valoriza porque, denunciaron, la empresa se niega a asumir la subida salarial del 2% pendiente, vinculada a la actualización de precios del contrato, que supondría un sobrecoste de diez millones de euros, a razón de uno anual, razón por la que, una vez descartada la oferta de Cointer, Acciona rehusó a aceptar la adjudicación.
Cuestionado al respecto por VIVA CÁDIZ, el alcalde se preguntó quién acordó dicha actualización de precios y dónde está escrito. “No me consta compromiso alguno del equipo de Gobierno anterior”, remachó, invitando a los miembros de Adelante Izquierda Gaditana, a responder sobre este problema que, remarcó, “generaron” ellos.
En cualquier caso, Bruno García informó de que el Ayuntamiento mantiene conversaciones con la concesionaria y los empleados y se mostró confiado en que finalmente se desconvoque la huelga.
