Ante unas siete mil personas, Benedicto XVI habló de esta celebración que “no sólo nos propone un ejemplo a imitar, como la humildad y la pobreza del Señor(..), sino sobre todo, pide que nos dejemos transformar totalmente por Aquel que ha entrado en nuestra carne”.
“Nos encontramos en la vigilia de la Epifanía, en la que el Señor se presenta a las gentes”, subray. Explicó que “las Navidades fascinan más que otras fiestas religiosas porque todos de algún modo intuyen que el nacimiento de Jesús está relacionado con las aspiraciones más profundas”.