El Papa lanzó este mensaje tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro ante varios miles de fieles y después de celebrar la misa de la Epifanía, en la que aseguró que el Universo “no es el resultado de la casualidad”.
Las palabras del Papa llegan pocos días después del atentado perpetrado en Nochevieja en una iglesia copta de Alejandría (Egipto), que causó la muerte a 21 personas y heridas a otras 79.
En el Ángelus, el Pontífice, que pidió perdón a los fieles congregados en la plaza de San Pedro por el retraso con el que había iniciado el rezo, se refirió a la pregunta que la Iglesia quiere suscitar en los corazones de todos los hombres: ¿Quién es Jesús?
Así, destacó que el “ansia espiritual” que mueve la misión de la Iglesia es la de dar a conocer a Jesús y su Evangelio para que cada hombre “pueda descubrir en su aspecto humano el aspecto de Dios y ser iluminado por su misterio de amor”.
El Obispo de Roma destacó que la Epifanía anuncia “la apertura universal de la Iglesia y su llamada a evangelizar a todas las gentes” y dice cómo la Iglesia lleva a cabo esta misión: “reflejando la luz de Cristo y anunciando su Palabra”.
Benedicto XVI aseguró que los cristianos están llamados a “imitar el servicio que hizo la estrella para los Reyes Magos”, es decir “deben resplandecer como la luz, para atraer a todo el mundo hacia la belleza del Reino de Dios”.
Después del Ángelus, el Papa quiso recordar además que ayer es la Jornada Misionera de los Niños y cómo niños y jóvenes “organizados en las parroquias y en las escuelas, formando una red espiritual de solidaridad para ayudar a sus coetáneos que atraviesan dificultades”.
“Es muy importante y bonito que los niños crezcan con una mentalidad abierta al mundo, con sentimientos de amor y de fraternidad, superando el egocentrismo y el consumismo”, subrayó el Pontífice.
El Papa saludó además a los peregrinos en lengua española y, en particular, a la Iglesia de Nicaragua que ayer conmemoró el cincuenta aniversario de Radio Católica y les alentó a seguir difundiendo con fidelidad el Evangelio.
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana , el cardenal Angelo Bagnasco, pidió que “la comunidad internacional, empezando por Europa, haga oír su voz para que el derecho a la libertad religiosa sea respetado”.