Charo Sánchez, portavoz de la Liga Gaditana de la Educación, sostiene que, con los recientes datos de la campaña de escolarización sobre la mesa, la Junta de Andalucía “tendría que cerrar seis unidades en la educación concertada el próximo curso en la ciudad de Cádiz”.
Lo cierto es que los tres centros en el casco antiguo en manos privadas, Carmelitas, La Salle Mirandilla y Juan Pablo II María Milagrosa, han registrado 21 solicitudes menos con respecto a las vacantes ofertadas.
En el caso de los colegios de extramuros, solo dos, Salesianos San Ignacio y Argantonio, tienen más oferta, con ocho solicitudes más entre ambos, que la oferta disponible.
En el resto, tampoco hay más solicitudes que vacantes, con el caso destacable del Amor de Dios, con solo 40 peticiones, frente a las 75 plazas que disponen.
En total, se han contado 633 solicitudes, frente a las 534 del año pasado, y la escuela pública ha resistido el descenso de la cifra de niños y niñas de tres años, aunque preocupa que, tras el cierre del Adolfo de Castro, que se hará efectivo en junio, otros centros como el Gadir o el Santa Teresa, menos demandados, corran la misma suerte.
Los integrantes de Marea Verde han advertido de que estarán vigilantes para evitar el trasvase de solicitantes de la pública a la concertada “para mantener líneas privadas sin sentido”.
Al respecto, han advertido de que la Administración autonómica utiliza a veces herramientas para “asfixiar” a la escuela pública como, por ejemplo, con la creación de aulas mixtas, “que desmotivan a las familias”, o suman el 10% de matriculación sobrevenida, incrementado la ratio, para no crear unidades nuevas.
El resultado, lamentan, es el cierre de ocho colegios públicos en la capital en los últimos años y la supresión de una veintena de unidades desde 2019, cuando Juanma Moreno asumió la Presidencia de la Junta de Andalucía: seis en La Inmaculada; seis en el Gadir; tres en el Carlos III; dos en el Santa Teresa; y una el Tierno Galván, Campo del Sur y Josefina Pascual.