Sencillo tipo de pescadores, con detalles de fantasía para darle algo más de gracia, el de la comparsa portuense de Raúl Villanueva, encargada de cerrar la función de este lunes. Que canten sentados no ayuda precisamente a la interpretación. Para su madre va el primer pasodoble, emotivo y acogido con muchos aplausos. Giro dramático en el segundo, para un padre que rinde una última visita a su hijo en la cárcel pues cumple condena por ser un maltratador. Las costumbres de los carnavaleros protagonizan el primer cuplé, mientras que el segundo lo dedican a los elfos que vuelven locos a los niños y que están por todas partes.
Lo mejor El piropo a las madres del primer pasodoble, con algunas de ellas presentes en el teatro
Lo peor La interpretación suena bastante forzada, con demasiadas voces buscando sobresalir