Miguel Ángel García Argüez
Chapa cosecha una larga trayectoria en comparsas, con numerosos premios en su etapa con Ángel Subiela y en la actual junto a Raúl Cabrera. No es hasta 2018 cuando comienza su aventura con el conocido como coro libertario, con el que también cuenta con dos finales en su haber. Este año es autor de la comparsa
La tribu y del coro
¡Qué barbaridad!
¿Cómo han sido los meses de ensayo con el coro?
–El coro es una maquinaria muy pesada, que se mueve lenta, son muchos componentes, hay muchas cosas a las que estar pendiente como la elaboración del tipo. Entonces son meses muy intensos, de mucho trabajo, especialmente del equipo directo con Pablo Brihuega al frente de la dirección musical y Paco Doeste de la logística y control de personal, pero todo fue bien.
¿Qué aspiraciones tiene la agrupación para este COAC?
–Las aspiraciones son gustar, y si es posible, más que el año pasado. El coro tiene una cosa especial y es que su resultado no sólo se mide por el concurso, también se mide por la calle, cosa que no pasa tanto en otras modalidades. En el coro es super importante que funcione en la calle, no solo en el concurso. Los repertorios, al menos en mi caso, se piensan de igual manera para que funcionen en el concurso y en la calle. Las aspiración es mantener los mismos éxitos en el concurso y en la calle del año pasado y, si es posible, más todavía.
¿Qué te parece el modelo de concurso actual?
–El modelo del concurso actual me parece básicamente bien, aunque se podrían matizar algunas cosas y mejorar algunas otras como gestionar mejor el calendario, pero como modelo me parece correcto. No quitaría ninguna fase ni añadiría ninguna. El reglamento tiene flexibilidad para que creativamente puedas hacer lo que te apetezca, otra cosa son los gustos del jurado o las tendencias.
¿Cómo ves el futuro del coro con sólo dos participantes en la cantera?
–Para ver el futuro de los coros no creo que haya que mirar a la cantera, y a nosotros nos encanta la cantera, el infantil y el juvenil con el que tenemos buenos vínculos. Pero en adultos hay veinte coros, estamos batiendo el récord, cada año hay más, otra cosa es la calidad, pero de cantidad están ahí las cifras. Para calibrar el futuro hay que mirar a la modalidad de adultos, no tanto a la cantera. Hay que darle apoyo a la cantera y a los chavales y habrá coristas de futuro, pero por cuestión de proporcionalidad, no es la cantera la que va a determinar el futuro de los coros, es la modalidad de adultos.
Comparsa, coro y chirigota callejera, ¿con cuál te quedas?
–No me gusta tener que elegir, de hecho, si no elijo es porque estoy cómodo con las tres. Por cuestión de filosofía carnavalesca y de como yo entiendo el carnaval como fiesta y como folklore me quedo con la callejera y además mis vínculos más vitales son con callejeras. Yo me he criado con las callejeras, es donde más veces he salido, es el mundo que más conozco, aunque ahora lleve unos largos años participando en el concurso, al que también conozco bien en todos sus ámbitos, desde estar con agrupaciones del pelotón a estar con agrupaciones de más élite. Si tuviese que elegir, que espero no tener que hacerlo, me quedaría con la callejera.
¿Qué nos puedes adelantar de ‘¡Qué barbaridad!’?
–Va a ser un coro entretenido y con mucha carga en sus letras. He elegido un tema cien por cien gaditano porque sus letras giran en torno a la realidad social, económica, política y cultural de Cádiz. Y a partir de un tipo metafórico vamos analizando diferentes aspectos de lo que está pasando en la ciudad. Puedo adelantar un repertorio muy gaditano en sus temáticas. Por lo general, el coro sigue la temática de siempre con un tango clásico y el resto de piezas algo más actualizadas.