Esa ha sido la decisión de un Tribunal del Estado federado de Carintia, al sur de Viena, que ha considerado que la insistente madre bombardeaba a su hijo ya adulto con continuas llamadas de teléfono, según publicó el diario Kleine Zeitung. “Quiero tener tranquilidad”, explicó el demandante ante el tribunal que juzgó el caso. “Ya no te llamaré más. Te desheredo”, replicó la dolida progenitora.
La acusada se justificó diciendo que “sólo quería hablar con él” y lamentó que “no puede hablar ni con su hijo ni con hija”.