La Guardia Civil ha detenido a 15 personas en Málaga, Cádiz, Toledo y Madrid como presuntos miembros de dos redes delictivas dedicadas a la introducción de hachís en España con helicópteros, ha informado el instituto armado.

Con esta operación, denominada Bombardeo, han quedado totalmente desarticuladas las dos redes delictivas, desde los propietarios de las aeronaves, pilotos e instructores de vuelo, hasta los testaferros, personas que facilitaban carburante de forma ilegal y otras que daban cobertura en tierra y arrendaban las fincas donde ocultaban los helicópteros después de la descarga de la droga.

En total se han llevado a cabo cinco registros en las citadas provincias y se ha intervenido casi una tonelada de hachís e incautado tres helicópteros.

La operación se ha desarrollado en varias fases, la primera de ellas en mayo del año pasado cuando se incautó el primer helicóptero.

Después de realizar un vuelo nocturno desde Marruecos y ocultar el hachís que transportaba en un lugar desconocido, la aeronave colisionó con los cables de una torre de alta tensión, en un accidente en el que falleció su piloto.

No obstante, según los investigadores, la pérdida de la aeronave no mermó la capacidad delictiva de la red, ya que en octubre ya contaba con un nuevo helicóptero, mucho más rápido y con más capacidad de carga.

La incautación del resto de aeronaves tuvo lugar en diciembre pasado cuando miembros del Servicio Aéreo de la Guardia Civil interceptaron dos helicópteros y detuvieron a sus cuatro ocupantes, a la vez intervenían el hachís que ambos transportaban.

Tras varias pesquisas, el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Málaga pudo determinar quién estaba detrás de cada escalón en estas dos organizaciones criminales perfectamente jerarquizadas y detuvo a todos ellos.

Debido a la peligrosidad de los vuelos nocturnos a baja altura, que realizaban para tratar de evitar ser detectados por los medios técnicos, una de las organizaciones contaba con un instructor de vuelo experto en rescates de alta montaña y en pilotar por la noche.

Este hombre, que captaba y adiestraba a otros pilotos, fue detenido cuando enseñaba a otro en un vuelo nocturno realizado a Marruecos y que, de regreso a la Península, transportaba unos 600 kilogramos de hachís.

La investigación también permitió conocer quién adquirió, financió y matriculó el helicóptero intervenido. Asimismo, se pudo identificar al copiloto que ese día logró darse a la fuga tras aterrizar con la carga: un español que también es instructor de vuelo.

De los 15 detenidos, 6 son españoles, 7 franceses y 2 marroquíes, a quienes se les imputa los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y receptación.

Entre el material intervenido figuran 810 kilos de hachís, tres helicópteros valorados en 2,5 millones de euros, 4 vehículos, libros de vuelo, dinero en efectivo, teléfonos móviles, visores nocturnos, navegadores y material informático.

Las investigaciones han sido dirigidas por los juzgados de Instrucción 3 y 4 de Estepona (Málaga) y llevadas a cabo por el EDOA de Málaga con el apoyo del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, así como del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de Sevilla