En Navarra, la respuesta ha sido calificada de “mínima” por la patronal y de “impacto” por los convocantes, aunque ninguno dio cifras. El Gobierno foral ha calculado que el seguimiento entre sus empleados ha sido del 8,9%.
La jornada transcurrió en ambas comunidades sin incidentes de importancia, pero con la detención de nueve personas en el País Vasco por integrar piquetes, sabotear cerraduras con silicona, enfrentarse a los ertzainas y quemar contenedores.
En Vitoria fueron detenidas cuatro personas, en Bilbao dos y el resto en San Sebastián, Irún (Guipúzcoa) y Trapaga (Vizcaya).
La huelga fue convocada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS (enseñanza), EHNE (agricultura) e HIRU (transporte), y contó con el rechazo de UGT, CCOO y la mayoría de los partidos políticos.
Apoyaron la huelga la izquierda abertzale y Aralar y EA, que suspendieron sus actos de inicio de la campaña electoral europea .
Tanto el lehendakari, Patxi López, como el presidente de Navarra, Miguel Sanz, destacaron el carácter “político” de la convocatoria, que también ha sido criticada por PNV y PP.
Los convocantes, que reunieron a miles de personas en manifestaciones en las capitales vascas y Pamplona, reiteraron, como razones de la huelga, el “chantaje” de la patronal y las políticas de los gobiernos.