La Asociación Albergue Despertares recibía el viernes pasado una llamada que le informaba que ya no podrían utilizar la furgoneta que Emasa ponía a su disposición, a través del convenio firmado con la empresa municipal, para cubrir los sábados su función social y repartir entre los sintecho comida, mantas y ropa para hacer frente a las inclemencias del tiempo .
El convenio era de febrero de 2014 y decía literalmente que “Emasa en su línea de acercamiento a los vecinos y contribuyendo a ayudar a familias necesitadas, facilitaba el uso de una furgoneta de esta entidad para el reparto a personas que no tienen hogar”. Las cláusulas del citado convenio indican que sería fuera del horario habitual del servicio, debiendo ser conducida por personal de Emasa o aquella persona que de forma expresa sea autorizada por dicha entidad, siempre que lo permitieran las necesidades de servicio de la empresa municipal”. Tras un consejo de administración se incluía como novedad que sólo podría ser conducido dicho vehículo por personal de la empresa municipal.
Sin embargo, a las pocas semanas, a través de la gerencia de la empresa municipal, los integrantes de la asociación recibían el visto bueno para poder seguir desempeñando su función social.
Tanto es así, que incluso en el debate plenario del mes pasado tanto el alcalde, José María González, como el presidente de Emasa, David Navarro, decían que “el tema de Emasa ya está solucionado”. Sin embargo, una semana después del Pleno , de nuevo se siembra la duda sobre qué ocurre con esa furgoneta.