Una destacada representación de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de la Provincia de Cádiz ha participado en la mañana de hoy jueves en la concentración convocada en los centros sanitarios de la provincia como muestra de repulsa y condena a la escalada de agresiones que vienen sufriendo los profesionales de la salud, la más reciente de las cuales se producía el pasado domingo contra dos médicos del centro periférico de especialidades La Longuera, en Chiclana.
El Colegio de Médicos se ha unido a la movilización realizada por los profesionales del centro de salud Mentidero, en Cádiz, y en ella han tomado parte los Vicepresidentes Carmen Sebastianes y Antonio Salat, y el Secretario General del Colegio, Gaspar Garrote, quien es a su vez Coordinador contra las Agresiones al Personal Médico del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos y miembro del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial.
La violencia contra los profesionales de la salud "se ha convertido en una lacra que, lejos de cesar o moderarse, mantiene desde hace años una constante tendencia al alza y nuestra provincia no es una excepción en este sentido".
Por ello, el Colegio de Médicos viene insistiendo en "la importancia de reforzar y garantizar un entorno de seguridad en los centros en los que los médicos ejercen su labor asistencial y, al mismo tiempo, movilizar todos los recursos disponibles frente a las agresiones, de manera que todos los agentes comprometidos en combatir la violencia contra los profesionales sanitarios puedan desarrollar una acción eficaz y coordinada". Así lo expresaron los responsables del Colegio de Médicos, con su Presidente Juan Antonio Repetto al frente, con ocasión de la reunión celebrada a instancias de la corporación médica el pasado mes de septiembre con la Delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, y con la asistencia también de la Delegada Territorial de Salud y Familias, Isabel Paredes.
Además de las esenciales medidas de protección a los profesionales y la actuación colaborativa con las distintas administraciones y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que ya se viene ejecutando a través de la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario, que el Colegio de Médicos considera necesario revitalizar, "se hace imprescindible avanzar en la sensibilización social sobre la significación que para toda la comunidad tiene el hecho de que se ejerza la violencia contra quienes están al cuidado de nuestra salud y que afecta de forma trascendental a la actividad sanitaria, uno de los pilares básicos de nuestra sociedad del bienestar, que todos debemos cuidar y utilizar de forma responsable".
Solo desde la firme respuesta colectiva y el esfuerzo común de toda la sociedad será posible aislar a los agresores. Cabe reiterar que estas medidas tienen que venir de la mano de acciones consensuadas por todos los agentes sanitarios y sociales que conduzcan a que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social y delito contra la autoridad en los ámbitos de actuación público y privado y sean penadas con los mismos criterios en todas las comunidades autónomas, de manera que el profesional agredido se refuerce en su decisión de denunciar siempre cualquier tipo de agresión -física o verbal- de la que pueda ser víctima y que debería ir siempre e instantáneamente aparejada a dicha agresión.
Desde el Colegio de Médicos se incide en la importancia de que el profesional denuncie sin excepciones y recuerda que los colegiados disponen de un protocolo actualizado contra agresiones, tendente tanto a prevenir y anticiparse a ellas como a saber actuar en caso de que la agresión se consume. Asimismo recuerda que los médicos colegiados cuentan con asesoramiento jurídico específico y experto a través de su Colegio frente a este tipo de violencia contra el profesional.