Manuel Triano lleva ya seis años como secretario general del sindicato Comisiones Obreras en el Campo de Gibraltar, pero su trayectoria sindical abarca tres décadas de compromiso con los derechos laborales y de defensa de las demandas históricas de la comarca. Esta semana, fue entrevistado por 7TV en su recién estrenado programa de entrevistas Estilo Directo. Desde un sindicato como CCOO, se les exige estar muy pendiente de todo lo que ocurre en las empresas y con sus empleados.
-¿Cuál es la dimensión de CCOO a nivel comarcal?
–CCOO es la organización más numerosa e importante del Campo de Gibraltar, de cualquier tipo, social, religiosa o política, con más de 10.000 afiliados en la comarca y más de un centenar de representantes. Esa penetración de CCOO en los sectores productivos permite tener una red en la que te llegan la mayor parte de los problemas y de las demandas de la sociedad. En CCOO, tenemos una atalaya privilegiada para tener una visión general de la situación socioeconómica del Campo de Gibraltar. Terminamos el año 2022 con una mejora en el paro registrado con respecto al año anterior.
-¿Cuál es su balance?
–La verdad es que no se puede estar satisfecho teniendo más de 30.000 personas desempleadas en la comarca. No obstante, hay que ser optimistas. En el año 22, ha habido un descenso superior al 5% en demandantes del paro registrado y el comportamiento del mercado laboral ha sido muy positivo. Pero tenemos mucho por delante. Estamos en una comarca con muchas potencialidades de desarrollo y su tejido económico puede dar respuesta a los más de 30.000 demandantes de empleo que hay.
¿En qué ha ayudado esa última reforma laboral con la que se pretendía corregir la del PP?
–Se trata de la primera pactada a tres bandas por empresarios, sindicatos y Gobierno. Eso le ha dado un valor muy positivo y ha callado a los que decían que iba a ser la hecatombre. Además, el incremento del salario mínimo viene a darle más calidad al mercado laboral. Se empieza a acabar con la precariedad del empleo. Hay gente que con 40 años acaba de firmar su primer contrato indefinido. Ha influido muy positivamente también en la negociación colectiva. La reforma del año 13, unilateral del PP, fue terrible para la clase trabajadora, con su depreciación salarial. Este primer año, sin ser la panacea, los datos la avalan. De 2023 esperamos fundamentalmente seguir profundizando en la creación de empleo. Para ello, es fundamental que se desarrollen los proyectos que hay sobre la mesa. Creemos que esta comarca tiene un potencial de desarrollo importante encorsetado por su falta de infraestructuras. Pero si somos capaces de hacer que se cumplan los compromisos, puede ser un año positivo. Hay elementos en el tema internacional a los que no somos ajenos, pero hay que ser razonablemente optimistas, al menos. Hemos dado un mensaje único huyendo de localismos en cuanto al desarrollo de las nuevas energías limpias. Yo creo que ahí hay un potencial de crecimiento unido a que si somos capaces de culminar la Algeciras-Bobadilla, tendrá un impacto en sectores en los que se crea un volumen de empleo de calidad. Por eso, nosotros creemos que los fondos Next Generation deben vincularse al desarrollo de infraestructuras y a la inversión productiva que vinculen fondos públicos a la creación de empleo, no de optimización de las empresas. Que eso lo hagan ellas con fondos privados. Eso es lo que le hemos venido trasladando al Consejo Económico y Social y a distintas empresas.
-¿Cómo aprovecharán ese potencial los proyectos basados en energías ‘limpias’?
–Nosotros creemos que esta comarca tiene una cultura industrial bastante asentada ligada a la producción de energía y de combustible, y en ese cambio del paradigma y modelos de producción energética se juega mucho porque hay muchos empleos vinculados. Esperemos que seamos capaces de agilizar las inversiones que ya están comprometidas, y de atraer las que están todavía por decidir, como es la planta de Maersk. De ser, en definitiva, lo suficientemente atractivos para que esa inversión que se va a hacer en Andalucía sea la del Campo de Gibraltar, fundamentalmente porque tiene toda la lógica que, tratándose de combustible marino, se haga en el puerto con más tráfico marítimo. Es un avance que no debemos dejar pasar. Tenemos posibilidades de un desarrollo en industria mucho más sostenible y competitiva. La sostenibilidad es un factor de competitividad, y gracias a ello la comarca tiene un futuro por delante.
-Entrando en materia de siniestralidad laboral, ¿tenemos ahora más accidentes que antes?
–La tendencia es negativa, pero hay que contextualizarlo. Después de la crisis de 2008, conforme se fue aumentando el tejido productivo y la actividad económica, fue subiendo paralelamente la siniestralidad laboral. En el periodo de la pandemia y de la recesión económica, por el camino se han dejado muchas medidas y cultura preventiva y vemos el drama que esconden esos trabajadores que han sufrido accidentes. Es injusto generalizar, pero hay empresas en las que se ha decidido situar los accidentes laborales como parte del coste, y no deben ver la prevención laboral como un gasto, sino como una obligación hacia sus empleados. Le pregunto como miembro del Grupo Transfronterizo.
-¿Cómo afectaría un ‘Brexit’ sin acuerdo al mercado laboral del Campo de Gibraltar?
–Hablamos de un tercio de los trabajadores de alta en la Seguridad Social en la comarca. Hay más personas trabajando en Gibraltar que en todas las empresas de la Asociación de Grandes Industrias (AGI). Un no acuerdo no es una opción.Si ya hay un acuerdo político como es el de nochevieja, no podemos entender cómo es posible que eso no se pueda trasladar a un tratado internacional que acabe con la frontera, porque eso para la comarca es un elemento sustancial.
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